¿No sabes campanilla que los mansos o pacíficos heredaran la tierra?
¿Qué tierra? La tierra de la promesa, la tierra de Dios, esa tierra que mana leche y miel.
Porque para los que aman a Dios, sus mandatos son tan dulces como la miel de un panal que destila y alegran el corazón.
Ya sabes campanilla que el cuerpo se nutre de frutos, los frutos de la tierra son su alimento. Pues para el alma es lo mismo. El que quiere crecer en el amor de Dios, el que quiere seguirlo y hacer su voluntad, necesita nutrir su alma con los frutos del Espíritu.
Y la Mansedumbre es uno de sus frutos.
Recuerda que les decía a mis discípulos; "aprender de mi que soy manso y humilde de corazón," porque como les pasa a todos los frutos del amor, nunca van solos, siempre van unidos, y la Humildad va unida a la Mansedumbre. Y los mansos o pacíficos evitan las guerras en todos los niveles, sean a nivel familiar o social, y ellos poseerán la tierra.
¿Cómo es la Mansedumbre? ¿Cómo la puedes reconocer?
¿Recuerdas los mandamientos? ¿Recuerdas lo que hay que hacer para seguirme?
Pues los mandamientos para poder seguirme son los frutos para nutrir el alma.
Un cuerpo que no se nutre bien es un cuerpo enfermo, y un alma que no está bien nutrida con los frutos del Espíritu está enferma.
Le pasa lo mismo que al cuerpo. El cuerpo como sabes es una unidad, pero tiene dos caras o dimensiones, una visible que se ve, y otra invisible que no se ve, pero que se siente vivir, porque es la que sin verse le da vida a la que se ve.
Pero a los hombres solo les interesa nutrir bien el cuerpo.
Antes de que la ciencia descubriera el valor de cada alimento para estar bien nutridos, los hombres comían de todo lo que había, y con esos alimentos nutrían su cuerpo, lo alimentaban.
Ahora que han descubierto el valor que tiene cada alimento, no se puede comer de todo, porque saben lo que es mejor para que el cuerpo este bien nutrido.
Y los que han descubierto que tienen un alma inmortal que no puede morir, porque el alma es espíritu y el Espíritu es de Dios que no puede morir. Alimentan el alma con los frutos del Espíritu de Dios. Y la Mansedumbre es uno de esos frutos que va acompañado por la Humildad. Y como te he dicho campanilla, los frutos son necesarios para el seguimiento de Dios.
¿Que le dije a quien quisiera seguirme? Si alguno quiere venirse conmigo que se niegue así mismo y coja su cruz de cada día.
Y para poder hacerlo les di unos consejos. ¿Cuáles eran los consejos?
Para poderlos seguir se necesitan los frutos del Espíritu.
Y entre esos frutos está la Mansedumbre para no hacer frente a quien lo agravia, para poder poner la otra mejilla cuando le ofendan, para dar cuando le pidan, para darle la capa a quien le quite la túnica, para no rehuir cuando le pidan prestado, para no reclamar cuando le quiten lo suyo....
Sin el fruto de la Mansedumbre no lo pueden conseguir, y sin él, tampoco pueden negarse así mismos, porque negarse así mismo es ser manso y humilde de corazón para poder hacerlo. Sin los frutos del Espíritu Santo que nutran su alma con la vida de Dios, no pueden hacer nada de lo que les dice Dios, por eso les da sus frutos para que puedan hacerlo.
Sabes campanilla que a los bravos se le gana con la Mansedumbre.
La Mansedumbre tiene más valor que la bravura, porque mientras que la bravura ataca y hace daño, la mansedumbre aguanta el ataque sin responder a él, pero es más fuerte que el bravo porque ella no hace daño.
Por eso los mansos heredaran la tierra, la tierra de la promesa, la tierra que Dios les da a los pacíficos o mansos que no le hacen frente al mal, que los suele provocar al proponerle unas cosas que los suelen engañar, y no sigan el camino que Dios les suele indicar cargado de buenos frutos que vayan nutriendo el alma para que este siempre sana.
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LOS FRUTOS DEL ESPIRITU SANTO
SpiritualEN ESTE PEQUEÑO LIBRO PODRAS IR DESCUBRIENDO POCO A POCO Y CADA UNO. LOS FRUTOS DEL ESPIRITU SANTO. ¡Cómo había cambiado el mundo! ¡Cómo cambian los amigos! ¡Cómo cambió la familia! El cambio en la sociedad. También la iglesia ha cambiado, y oí l...