P. 12. COMPRENSIÒN

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Campanilla, otro fruto del Espíritu es la Comprensión. Te hablo se su fruto porque en muchos momentos de tu vida puedes ver la incomprensión.

La Comprensión como todos los frutos del amor dan vida, por el contrario, la incomprensión causa dolor, división, alejamiento, enfrentamientos, donde hablan del amor y debían de conocerlo solo hay incomprensión.

¡Cuantos hablan del amor y no tienen Comprensión!

Si no tienen Comprensión no conocen el amor, les pasa como dice Pablo en una carta que escribió a los corintios explicándoles lo que es el amor y no es amor a todo lo que dicen y hacen: "Ya podía hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor soy como unos platillos que aturden o un címbalo que resuena. Si no tengo amor, no soy nada.

Y si no tienes amor no tienes Comprensión. La Comprensión une, derriba muros es bondadosa, cariñosa, amorosa. A la Comprensión la acompaña la Unión, porque la Comprensión va creando Unión.

Mientras que la incomprensión va creando muros, algunos muros son tan grandes que por muy alto que hables no te pueden comprender, y si hablan del amor y no tienen el fruto de la Comprensión, su amor no es verdadero, no ha pasado la primera prueba, porque la Comprensión es fruto del amor.

¿Te das cuenta campanilla lo que es la Comprensión?

La Comprensión no hace distinciones, no separa a las personas, es mas, las que estaban separadas la Comprensión las une, porque la Comprensión, comprende a los que entre ellos por la incomprensión viven alejados, divididos, sin amor.

La Comprensión escucha, comprende y da satisfacción al que se siente comprendido. Las categorías levantan muros de incomprensión a su alrededor. Las razones levantan muros de incomprensión a su alrededor. El poder levanta muros de incomprensión a su alrededor. La opinión levanta muros de incomprensión a su alrededor. Los juicios, calumnias, desconfianza, levantan muros de incomprensión a su alrededor. La intolerancia, levanta muros de incomprensión a su alrededor.

Y no quiero que digas todo lo que te digo porque entonces menos te comprenderían y mas te rechazarían.

En mi tierra, entre los míos, en mi pueblo, no me comprendieron, y por lo mismo me mataron, me rechazaron porque no me comprendieron. ¿Sabes por qué campanilla? Por las costumbres, por las raíces y las enseñanzas de los hombres, por el ambiente en que han vivido.

Campanilla, muchos pueblos primitivos han sido convertidos aceptando la fe de los cristianos. Los misioneros llenos de los frutos del Espíritu y guiados por Él, van a una tierra virgen, y van hablando de amor de paz y de Comprensión, y la Comprensión los lleva a aceptar sus costumbres sus cantos sus bailes y sus costumbres.

¿Que pasa?, que los que son de la tierra, del mundo, unas tribus matan a otras, y los que se han convertido al cristianismo hacen lo mismo, se defienden matando, el misionero les dice que no pueden hacer eso, porque Dios prohíbe matar y lo que quiere es amor, y ellos, los que se cree que han sido convertidos al cristianismo dicen; si los otros lo hacen, lo mismo podemos hacerlo nosotros, tenemos que defendernos de la misma manera. 

¿No lo hacen así también los cristianos? ¿No hacen separaciones entre ellos?

¿Por qué son así si son cristianos? Porque esas son sus raíces, y las raíces son muy difíciles de arrancar cuando están bien cimentadas desde el nacimiento y desde generaciones.

Yo vine a mi tierra, a mi pueblo, a los míos. ¿Y que hicieron?

Me rechazaron, y eran mi pueblo, el pueblo de Dios, pero era un pueblo que vivía de costumbres. De la ley habían hecho una costumbre, y lo que vine a decirles de parte de Dios lo rechazaron, y la prueba es, que en mi tierra, en mi pueblo, siguen con las mismas costumbres que tenían desde siglos, porque la vida nueva, la segunda oportunidad que vine a traerle de parte de Dios mi Padre la rechazaron, y me mataron como al peor malhechor, y en mi tierra fueron muy pocos los que creyeron, ya sabes que solo tenia doce apóstoles y uno me vendió, desertó, y tú eres el que ocupa su lugar en este tiempo, el discípulo numero doce, por eso te necesito, porque mi pueblo ha hecho de la fe una costumbre, no han sabido aprovechar la fe, que en esta tierra sembraron tantos seguidores y apóstoles, que dejaron sus vidas como testimonio de la Verdad.

LOS FRUTOS DEL ESPIRITU SANTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora