P. 16.MISERICORDIA

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Campanilla, ¿recuerdas cuando le decía a los querían seguirme que el que cogía el arado y seguía mirando atrás no era digno de mi? Y a los que querían ir a enterrar a su padre, o los que querían despedirse de su familia les decía que dejaran a los muertos enterar a los muertos.... No comprendías por qué lo decía.

Te voy a poner un ejemplo, una parábola que ya conoces.

"Un pastor (ya sabes de quien hablo,) tenia cien ovejas, a todas las conocía por su nombre, todas iban a su alrededor, unas más cerca que otras, pero todas lo seguían y escuchaban su voz, pero había una que siempre iba mirando atrás, cuando las llevaba al redil se ponía en la puerta y como las conocía a todas iba diciendo su nombre.

Y un día se dio cuenta que le faltaba una, su corazón dio un salto, se inquietó por lo que le pudiera hacer pasado en un mundo dominado por el mal.

Las otras ovejas que ya estaban en el redil protestaban, porque no era la primera vez que se quedaba atrás, que se perdía, que le atraía mas lo que veía fuera que lo que tenia.

Les pasaba como a los labradores que mandé a trabajar a mi viña, que, por llegar los primeros, creían tener más derecho que los últimos y querían cobrar mas, y hablaban mal del dueño de la viña, de Dios.

Y Dios, dejaba a las noventa y nueve en el redil, y se iba a buscar a la perdida.

¿Por qué crees que les hablaba así a los que querían seguirme?

Porque se los peligros que hay en el mundo, y lo que les pasa a los que se van a él y caen en manos del enemigo. El mundo los atrae, los engaña, les hace ver que se vive mejor en él que siguiendo a Dios, que sus pastos son mejores que los suyos.

Y sabes campanilla que los pastos de Dios son mejores que los del mundo, porque el que tiene a Dios nada le falta, ni necesita nada, solo Dios les basta para ser felices aun sin nada, es mas, son dichosos llorando, sufriendo, siendo pacíficos, siendo perseguidos por su causa... En todas las situaciones por las que pasen en la vida están conformes, no se quejan ni protestan, porque Dios está en su vida y eso les vasta.

Mientras que los que viven en el mundo siempre les está faltando algo, por mucho que tengan nunca se encuentran satisfechos del todo, siempre desean mas de lo que tienen porque siempre les falta algo, quieren más y más, y siempre más.

Mas poder, mas ser, subir de categoría, mas trabajo, mas sueldo, mas fama, mas dinero, mas deseos, mas descanso, mas derechos, mas igualdad, mas disfrutar, mas diversión, mas distracción, mas salud, mas amoríos, mas, mas, y siempre mas, y nunca están satisfechos por mucho que tengan.

El mundo les ofrece pastos de todos los sabores que ellos desean al querer siempre mas, el mundo satisface todos sus deseos, pero nunca están satisfechos con lo que les da, porque siempre quieren mas de lo que sea, dándole mas, les da igual por malo que sea, les da pastos venenosos, malos, ambiciosos, engañosos, artificiales, vanidosos, entretenidos, divertidos, poderosos.... Y eso les pasa a los hombres que miran atrás.

Y esos hombres que los atrae el mal, están endemoniados, el diablo se pone mil disfraces para engañarlos. Recuerda a muchos de mis santos a los que el demonio se les presentaba vestido de mujer para tentarlos.

¿Qué hacían? Coger un palo y molerla a palos hasta que lo dejaba y se alejaba la tentación.

A otros se les presentaba con lo que mas podía atraer a los niños que cuidaban, y con la tentación ahuyentarlos lejos de él y perderlos en el mundo. A otros los tentaba queriéndolos apartar de su misión, luchando con ellos para que vieran su debilidad. A otros les hacía ver visiones lujuriosas con el pensamiento. Porque por la mente entra la tentación disfrazada de la mala semilla que un día plantó en su corazón para apartarlos de Dios.

LOS FRUTOS DEL ESPIRITU SANTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora