𝐄𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 // Mauro Lombardo y tú.｛𝗛𝗢𝗧｝

3.

"Declaran desaparecida a _______ __________, hija del empresario Alonso __________, desde ayer por la noche, después de no encontrarla en su residencia en Madrid. La policía aún está buscando testigos, pero las únicas personas que estaban con ella también se encuentran en paradero desconocido..."

El somnífero había hecho efecto en ella desde que habían partido de Madrid. No tomaron el vuelo precisamente en un avión de primera clase, sino más bien en una agencia de la que ella jamás había oído hablar. Con amenazas, algunos gritos y llantos, Mauro había logrado que _______ no hablara en todo el viaje. Qué carácter más endiablado tenía esa mujer. Parecía no comprender la situación en la que se encontraba, pues aprovechaba cualquier ocasión para discutir con él. ¿Acaso no sentía ni un poco de miedo hacia su persona? Era diferente... Muy diferente a cualquier otra.

Después de casi trece horas de viaje, por fin pisaron suelo argentino. Mauro la tomó del brazo al bajar del avión, era la primera vez que la tocaba desde el secuestro en su casa. La sostuvo firmemente, _______, resignada, cedió ante aquello. Sabía que el contrario iba armado, por lo que sentía auténtico pavor ante las represalias que tomaría si trataba de pedir ayuda.

Una furgoneta los recogió en la salida del aeropuerto, aún quedaban muchas horas de viaje hasta llegar al pueblo que Mauro había señalado como destino; El Bolsón, situado en el extremo suroeste del país. Había conseguido una cabaña a las afueras del lugar, para mantener a _______ lo más alejada posible de la población que residía allí. Para que la joven no pudiese reconocer el camino si se diese la improbable situación de que escapara, Mauro decidió aplicar una vez más cloroformo en ella, excediendo un poco más la cantidad del producto aquella vez; lo suficiente como para dormirla durante el trayecto, pero no demasiado como para que se intoxicase. El conductor de la furgoneta no hizo preguntas al ver a Mauro poniendo aquel trapo sobre el rostro de _______ de forma obligada, ya que era miembro de su banda, y sabía de sobra lo que estaba ocurriendo allí.

Tras más horas de viaje, por fin llegaron a su destino. Se había hecho de noche, y el frío que hacía en aquel lugar le calaba hasta el interior de los huesos; estaban situados cerca de las montañas nevadas del lugar, y era pleno invierno. Sería duro pasar tantos meses allí, pero no pudo encontrar nada más seguro donde residir.

Había despertado a _______ minutos antes de llegar al lugar, por lo que la joven se encontraba somnolienta y confusa mientras Mauro tiraba de ella hacia la entrada de la cabaña. Metió las llaves en la cerradura y procedió a abrir la puerta, haciendo entrar a la fémina al interior después, casi de un empujón. Se despidió con la mano del hombre que los había llevado hasta allí antes de cerrar la puerta tras de sí.

-¿Qué te parece? -Cuestionó él, refiriéndose a la cabaña.

-Que es una mierda. -Respondió ella, en un hilo de voz; pero su tono cortante era tan notorio como siempre. Avanzó un par de pasos más en el interior, escrutando con la mirada todo lo que había a su alrededor.

-¿Pensás que iba a rentar una suite sólo para vos? -Habló, mientras la observaba caminar. Delicadamente dirigió su mirada hacia las caderas de _______, sin preocuparse porque ella pudiese descubrirlo. Se relamió los labios al descender aún más la vista, observando su delicioso trasero, y sí, tal vez pensó todo lo que podría hacer con él. Antes de separarse de la puerta, se encargó de asegurarla por si la joven pretendía escapar; colocó dos candados, que a su vez unió con otro, y finalmente selló la barra de seguridad con uno más. Sólo le faltaba otra amenaza.- Creo que no tengo que volver a repetir lo que pasará si intentás escapar, ¿no?