Ariel, esa soy yo

3.Choque, frappes y un unicornio.

Habían acabado las clases, estaba caminando por el pasillo cuando un muro se cruzo por mi camino. Exactamente un chico alto y musculoso.

-Lo sient-no me dejo terminar

-No te preocupes preciosa-me guiño un ojo-¿Como te llamas?-uuhg ya conocía este tipo de chicos.

-Hice una sonrisa forzada me aclare la garganta- Me llamo a ti no te importa. Adiós-

Comenzó a caminar cuando cojio mi brazo y dijo " esto no se quedara así ".
Me zafe de el y continúe mi camino.No le di mucha atención.

Salí por la puerta principal y continúe mi camino hasta mi casa, repito, caminando, ya que el estupido de mi hermano ya hizo unos cuantos amigos y se fue con ellos no sé dónde.

Continúe caminando hasta llegar al típico parque donde toda chica cliché se sienta a pensar en su mal de amores hasta que llega el misterioso chico que la anima y bla bla bla...

Demasiado cliché , pasó.
Continuo hasta llegar a una cafetería donde hacían chocolate caliente. Creo que me vendrá bien, por qué no? Entro y hago sonar las campanitas que te dicen que alguien a entrado. Miro alrededor y solo hoy 3 estudiantes con sus ordenadores. Seguramente haciendo algún trabajo relajadamente.

Me siento en una mesa al lado de la ventana y al fondo.

- Desea algo señorita- dice una voz bastante conocida. Miro y veo a un chico alto, aunque tendrá aproximadamente mi edad, más moreno que el barro y mira que estamos en invierno.- Sí quieres una foto te la firmo dedicada- me guiña un ojo- ¿Como te llamas?- me acaba de dar un dejavú de esos chungos que salen en los libros y en la tv.- ¿Estás bien?.

- Eh... Si... Solo un frappe de moca por favor. -Cuando digo eso me giro para mirar a la ventana, haber si no se me nota el sonrojo, me había quedado embobada. ¡Qué vergüenza!

-Claro, ahora te lo traigo.- Menos mal creo que no se a dado cuenta.

Me quedo embobada mirando hacia la ventana, enfrente hay unos niños jugando en un árbol y por el movimiento de las hojas, hace mal tiempo, muy mal tiempo, creo que lloverá. Por qué no viene mi frappe, tengo hambre. ¿Si le hubiera pedido a Papa Noel un unicornio me lo hubiera traído?

Podrías haberlo pedido tonta

En ese momento llega mi frappe al mismo tiempo que vuelven a sonar las campanitas de la puerta. No presto atención, ya que, por favor, el frappe está buenísimo. ¿De que estará echo?

Miro hacia arriba y me doy cuenta que hay una pareja sentada enfrente mío. Mirándome fijamente, ¿tendre algo en la cara?

-¿Pasa algo?- digo curiosa. No los había visto nunca.