¿Por qué no puedo cambiar el pasado?
Me habría gustado encontrarte a tiempo.
¿Fue cuestión de buena suerte?
¿O nosotros nunca estuvimos predestinados?Los monstruos no me han abandonado.
A veces me preguntan por la chica del museo,
la que sostenía un folleto.«¿Cuándo volverá?»
Nunca jamás.
Te has ido y no tuve el valor de decírtelo.
Es el precio que debo pagar por indeciso.Después de las palabras de tu asesino
dejamos los volantes,
la búsqueda de pistas
y empezaron a cavar.
Aún pienso en la expresión de tu papá.Le temblaron las manos,
le fallaron los pies
y las lágrimas aparecieron cuando emergiste de la tierra,
envuelta en plástico,
de forma antinatural
y sin rastro de aquella chica que traía tempestad.«Bajo tierra».
Esa noche soñé con monstruos de arena.
Me llevaron hasta su cueva
y desgarraron mi alma
hasta dejarla sin nada.Después vinieron las criaturas de fuego,
tiñeron de rojo el cielo.
Al demonio con salvar el planeta,
yo te quería de vuelta.Quería que a mi lado te sentaras.
No importa si nunca me hablabas.
Con saber que estabas bien me conformaba.
No tenías que amarme eternamente.
Eso no era una obligación,
sino una bendición.A mí nunca me importaría tus argumentos,
ni tus llamados para responsabilizar sobre el cambio climático.
Este mundo no merece tu preocupación.
No si te encuentran cubierta de tierra.
¿Así te paga la naturaleza?¿Salvar el planeta?
Eso déjalo a los ambientalistas.
Tú vuelve a casa.
No vayas a esas marchas.
Tu hermana te espera.No salvaremos el planeta
ni pasearemos juntos en bicicleta.
No detendremos la tala de árboles
y tampoco tendremos tiempo de ser mejores.Todo lo que nos queda
es una memoria difusa que se aleja.
Una historia incompleta.
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Estrellas en el techo
PoesiaEl trabajo de la profesora Rangel consistía en hablar sobre alguien importante para nosotros. Pensé en mi familia, pero no hay mucho que quiera decirles. Después en mi novia, aunque ahora es ex. Y finalmente, casi sin esforzarme, tu imagen apareci...