Cambio de aires | COMPLETA

19. Un acercamiento adecuado

Capítulo 19

Siempre he vivido escapando de situaciones que podrían haber sido bonitas y enriquecedoras para mí, pero que nunca llegaré a saberlo por culpa de mis miedos.

Cada día intento convencerme a mí misma de que estoy evolucionando y tomando las decisiones más acertadas para mi futuro. Sin embargo, mi mente no deja de pensar en esa posibilidad que queda sin descubrir, en esa experiencia no vivida que yo misma deseché.

¿Por qué a la hora de la verdad lo que considero como adecuado me hace daño? ¿Acaso estoy intentando vivir de acuerdo a una imagen que verdaderamente no es la mía? ¿Estoy dejando de lado mis deseos por miedo a la incertidumbre, al futuro y mi bienestar?

Desde mi conversación con Aren, no dejo de pensar en todo lo que he mencionado, en que probablemente me haya equivocado. Pero no, porque era lo que debía hacer. Pero sí, porque lo que realmente quería hacer era estar con él.

Joder, todo es demasiado confuso dentro de mi cabeza.

En el momento estaba segura de que estaba haciendo lo correcto. Para mí era obvio, si Aren seguía enamorado de su exnovia, ¿qué otra cosa podía hacer yo contra eso salvo apartarme de su camino y dejarlo ir?

Nada, absolutamente nada.

Pero entonces, ¿por qué parecía tan arrepentido? ¿Por qué me preguntó si me gustaba de forma tan insistente, como si de verdad le importase mi respuesta? Y lo más preocupante de todo, ¿por qué yo no supe contestar a su pregunta?

¿Tal vez porque no me gusta y es un capricho, un crush tonto porque después de mucho tiempo alguien atractivo me ha hecho caso? O sí me gusta, pero nunca he sentido nada parecido y por eso mi primer instinto ha sido escapar.

Quiero conocer la respuesta a dichas preguntas, de verdad que lo hago, pero no sé nada, y no hacerlo me frustra más todavía.

Además, también se encuentra el hecho de que veo inconcebible que una persona como Aren sienta algo por mí. Que alguien simplemente se interese y sienta algo por mí. Estoy tan acostumbrada a ser la amiga soltera, que no sé si seré capaz de cambiar esa faceta, de permitir que una persona entre en mi vida, me conozca en profundidad y se enamore de mí.

Últimamente el pensamiento de estar sola de por vida aparece por mi mente más de lo que me gustaría admitir. Por eso sacudo la cabeza, intentando alejar esas ideas absurdas de mi mente mientras termino de aplicarme el rímel en las pestañas.

Tras reflexionar durante varios días, a la única conclusión que he llegado con todo esto es que creía que me conocía más a mí misma, cuando no es así en absoluto. Esto me ha llevado a una crisis existencial de la que soy consciente que debo salir antes de que me consuma por completo.

¿Cómo voy a conseguirlo? Tampoco lo sé.

—Mar, ¿estás lista? —inquiere Laura desde su habitación.

Su pregunta me despierta del trance, haciendo caer en la cuenta de que el baño es, por lejos, mi lugar favorito de reflexión.

—Sí, casi —contesto mientras tiro de la cadena, fingiendo que he estado haciendo mis necesidades durante todo este tiempo.

Cuando, en verdad, solo estaba pensando.

—¡Vamos, date prisa! Nos están esperando —se queja Guille.

Aren, el chico con el que no te hablas desde hace semanas, te está esperando.

Aren.

Un nombre demasiado bonito para un gilipollas como él.