Prólogo

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Las fuertes pisadas resonaban en conjunto de sus fuertes respiraciones, estaban cansados, hambrientos y asustados.

Se habían perdido en el bosque.

Estaban siendo perseguidos por el ejército del Rey y aunque, por el momento los habían perdido, el miedo y desesperación seguía con ellos.

"Te prometo amada mía, que saldremos de aquí, te haré una casa junto al río más hermoso que hayas visto, tu jardín tendrá las flores más exquisitas y mi amor, mi amor lo tendrás el resto de tu vida, te acunare y cantaré antes de dormir, es una promesa, vida mía."

Una promesa llena de fe y amor. Una promesa que sabían era imposible de cumplir, pues a sus espaldas se escuchaba el traqueteo producido por el chocar de las pezuñas de los caballos con el suelo, se escuchaba el sonido de las espaldas y el sonido burlón de los hombres dando órdenes, con la voz del Rey resonando más que las otras, dando órdenes para que los caballeros se separen, buscando.

Sus pasos se hicieron más veloces, correr en el inmenso bosque con la luna sobre sus cabezas, parecería romántico si no estuvieran en esa situación.

El aliento se atascó en la garganta de la mujer cuando el caballo del Rey los alcanzo y les cerró el paso, el hombre inmediatamente se colocó frente a ella en un afán de protegerla.

"Esperaba cualquier cosa de ti, cualquiera, pero jamás pensé que ibas a cometer un acto de traición"

"No es traición, la amo, si no puedes entenderlo es tu problema. Vladimir puede asumir el derecho al trono porque he desertado. Déjanos ir, no sabrás nada de nosotros y jamás te pediré algo o volveré."

La mujer estaba visiblemente asustada, los caballeros se habían colocado en una especie de círculo, rodeándola.

"Es una bruja y tú eres un príncipe, si hubiera sido cualquier otra campesina lo habría aceptado."

El Rey bajo del caballo, su espada en su mano izquierda; estiró una mano frente a su hijo, esperando a que la tomara.

"Perdonaré tu traición y te dejare ir con la condición de que entregues a esa mujer. Es una bruja, debe morir."

El príncipe se negó a tal acto, sacando su propia espada para enfrentar a su padre, sabía bien que esa batalla estaba perdida, pero haría lo que fuera para salvar a su amada, para protegerla, para protegerlos.

Colocó su brazo libre en el estómago hinchado de su amada, empujando sin fuerza hacia atrás, buscando alejarla de la pelea que tomaría lugar ahí.

"Está embarazada, no dejaré que la toques."

La joven bruja se alejó lo poco que los soldados le permitieron, al estar embarazada no podía hacer la gran cosa, no tenía las posibilidades de hacer un hechizo o algo que pudiera ayudar a su amado en batalla.

La pelea inicio en el momento en que el Rey tomo con fuerza la empuñadura de su espada para alzarla y dejarla caer con violencia contra el rostro de su hijo, cuyo ataque fue defendido por la espada del contrario, el chocar de ambos metales creaba un sonido brusco y agudo.

El príncipe, lanzo una patada al estómago del contrario, logrando que esté fuera hacia atrás bruscamente, casi cayendo al suelo.

El Rey, sintiéndose humillado, comenzó a lanzar ataques sin objetivo claro, solo buscando lastimar a su contrincante, sin importar si este mismo era su hijo.

La espada del príncipe cayó al suelo cuando recibió uno de los duros impactos de la espada contraria en el hombro y solo eso fue suficiente para costarle la vida.

El Rey, fúrico, lanzo un ataque directo al estómago del príncipe, atravesando, perforando todo a su paso.

El príncipe cayó al suelo, ensangrentado, los gritos de su amada sonando de fondo.

El príncipe, giro su cabeza en dirección a su amada, solo para encontrarla atada a un árbol, llena de tierra y el rostro lloroso.

"Te amo"

Le susurró el príncipe antes de cerrar los ojos, afectado por la pérdida de sangre y por sus órganos afectados, murió segundos después, siendo el rostro de su amada lo último que había visto.

La bruja, visiblemente afectada, comenzó a gritar, suplicaba que la soltaran, suplicaba que, sin importar que iba a ser asesinada, la dejaran estar junto a su amado.

El Rey no dijo nada, miro el cuerpo de su hijo en el suelo, reteniendo el llanto, pero no era un llanto de dolor, sino más bien de coraje, pues no podía creer que su hijo haya sido tan estúpido como para dar la vida por una bruja, por una cualquiera.

El lugar era inundado por los gritos de la mujer, el Rey sin decir nada, se acercó hasta ella donde la tomo con brusquedad del rostro, forzándola a mirar como ataban el cuerpo de su amado en un árbol cercano, para, posteriormente, prenderle fuego al árbol, ocasionando que el cuerpo se calcinara.

"Volveremos, volveremos como otros y traeremos la paz que nos han arrebatado. Tus siguientes generaciones tendrán que vivir con guerras constantes, plagas y muerte, que solo se calmarán una vez nosotros volvamos. Morirás de una forma lenta y dolorosa, tus dientes se caerán y tu piel colgará. Tu descendencia morirá de formas tortuosas e inexplicables. A tus cómplices, tus guerreros, se les caerán los ojos y sangrarán por la boca antes de morir. Volveremos más fuertes que nunca y nuestro amor no perecerá ante las injusticias de tu gente."

La bruja consiguió conjurar y justo en ese momento, un manto rojo inundó el bosque, un manto de luz que era producida por la luna y el sol, que en ese momento se abrazaban y consolaban formando un hermoso eclipse lunar.

El fuego comenzó a consumir su cuerpo de forma rápida una vez prendieron fuego al árbol donde estaba atada, murió lenta y dolorosamente, sintiendo su piel arder y el dolor robarle la capacidad de continuar hablando.

La Luna y el Sol habían sido testigos de aquel acto tan inhumano, habían sido testigos de cómo se les arrebataba el amor a aquellas almas destinadas a ser.

Y fue por eso y tal como se predijo, muchos años después, nacieron los herederos del Reino Sol y el Reino Luna, con una peculiaridad muy grande.

JungKook, el heredero del Reino Luna había nacido con el cabello de un rojo muy profundo, cuando toda su familia era pelinegra o peligris.

Pero eso no era lo que más destacaba de él, si no su hermosa marca de nacimiento que se situaba en su espalda era algo que simulaba un eclipse, se podía apreciar totalmente la forma del Sol siendo abrazado por una Luna.

Y JiMin, el heredero del Reino Sol había nacido con el cabello de un gris profundo y hermoso y en su espalda se situaban las Fases de la Luna.

Aquellas almas que habíansido separadas y asesinadas por amarse habían renacido, y esta vez nada podríasepararlos.

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⏰ Última actualización: Jul 02, 2022 ⏰

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Eclipse   ๑KookMin๑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora