Cuando me calme lo suficiente, o más bien cuando me obligue a calmarme, continúe con lo que se supone debía hacer: preparame para visitar la timbra de mis abuelos. Aún bajo el agua me reprendi a mi mismo por todo lo que acaba de decir, no es que pensara que fuera mentira, pero tampoco me sentía orgulloso de lo que hacía dicho; siendo honesto, justo ahora debería ser la menor de mis preocupaciones, sin mencionar que no debería lamentarme pues así eran las cosas, así me las habían planteado toda mi vida. Ahora estaba furioso de nuevo.
Cuando termine lo que hacía, salí del baño listo para todo, y con todo me refería al posible caso de que nuevamente Levi me abordada, aunque eso no pasó. Aliviado, regrese a mi cuarto y acomode lo que tuviera que acomodar (entre ello, tenía que ocultar el diario); una vez listo, baje al recibidor esperando que fuera ya la hora de marchamos. No había ni un alma en la planta baja, me sorprendió, aunque la verdad no puse demasiada atención y en su lugar, salí de casa para sentarme en el pórtico, específicamente en aquella mesa de jardín que solía ser el lugar favorito de mi abuela. Me quedé ahí un buen rato, mirando la nada y con la mente en blanco.
-Es hora de irnos - anuncio Levi desde la puerta.
Efectivamente, luego de 20 minutos, había llegado el auto y ahora tanto Levi como Ami vestían ropas adecuadas para una visita al cementerio (Levi llevaba un traje similar al mío y Ami un vestido negro). No dije nada y me límite a subir a nuestro medio de transporte, ellos me imitaron. Así, el viaje por la capital de Marley hasta Liberio sucedió en silencio, algo que sin duda sería normal de ahora en adelante.
La ciudad de Liberio, aunque no la había visitado más de un par de veces, era parecida a la Ciudad Subterránea, al menos en lo que a su simbolismo refiere, lo que me llevaba a considerarla de mis lugares menos favoritos, por lo que al pasar por sus avenidas principales no pude evitar una mueca de disgusto que no pasó desapercibida.
-Más te vale no hacer esas caras frente a la tumba de tus abuelos - me sermoneo Ami. No me había quitado la vista desde que subimos al auto.
Chasquee la lengua y me cruce de brazos, no necesitaba que me recordara como debía comportarme y mucho menos esperaba que me reprendiera ella misma sobre comportamiento, después de todo había arruinado mi cumpleaños y también se victimizo por ello. Como fuera, dejé de lado mis piensamientos y deseos desesperados por intentar descifrar el ambiente, para centrarme en la vida cotidiana de los eldianos en Marley: no era nada diferente a mi vida diaria.
Casi 40 minutos después, llegamos al cementerio. Nunca había visitado un lugar tan lúgubre, ni siquiera cuando mis padres hiban a presentar sus respetos a su ex compañeros, yo siempre me quedaba en casa y, siendo honesto, rara vez me enteraba cuando eso sucedía; ni siquiera algo como eso podían decirme, me molestaba.
Bajamos del auto, el cual nos esperaría, y entramos al lugar: los límites eran marcados con muros no demasiado altos de concreto, las puertas eran simples barrotes delgados de metal, todo estaba desgastado y podria jurar que hasta el mal clima se concentraba en este lugar; más allá de la entrada, o más bien apenas pasando el muro, comenzaban a correr las interminables hileras de tumbas, algunas con un césped colorido, otras con objetos y flores exquisitas, aunque también había otras descuidas, con flores y pastos secos, objetos olvidados, telarañas y moho. De algún modo andaba entre ellas, estupefacto, apreciando cada milímetro de detalle, esperando que ninguna de las tumbas olvidadas fueran las de mis abuelos.
No se si era Levi o Ami quienes me guiaban por los pequeños pasillos de adoquines descuidados, pero igual seguía sintiéndome arrastrado casa que inconscientemente me detenia con preocupación y dolor antes algunos nombres. No todos tenían quienes lloraran por cada muerto y, sin embargo, esperaban por una mísera lagrima, ¿Podría yo consolarlos de ese modo? Claro que no.
-Es aquí... - susurro Ami.
Muy cerca de los límites del cementerio, donde el muro parecía haber sido derribado intencionalmente para filtrar la vista de un prado oculto, nos detuvimos frente a una sola lápida en la que se rezaba:
“En memoria de Dione y Ossian Braun, marido y mujer hasta el final.
Amados padres, hermanos y amigos.
Recordados siempre como los aliados de la vida y amor.”
Lei y releí el epitafio, esperando habernos equivocado, pero no había error alguno. Dione y Ossian. Estaba claro. No parecía real... No era real... Me negaba a creerlo.
-No son ellos... - susurre tratando de convencerme.
Esta vez pude sentir el apretón cariñoso en mi mano izquierda que me dio Levi. ¿Él me había estado guiando?
-No es verdad... ¿Es una broma? Esta no es su tumba - me dije a mi mismo mientras miraba a mi padre. Veía su rostro sin verlo en realidad, su cara me era irreconocible.
-Kai... - me llamo Ami y me obligó a voltear a verla, estaba en cuclillas a mi derecha. ¿Siempre me llevo de la mano derecha? - Kai escuchame... - su voz sonaba apagada y entrecortada. Su rostro luchaba por no llorar. - Kai, tus abuelos te amaron mucho, hasta el final... Y debes aceptar que aquí... - su voz se corto, las lagrimas ya corrían por su rostro - Que está es... Es su tumba...
Negué con la cabeza en cada palabra. Decirlo había sido tan fácil en primer lugar, pero tener delante mío aquella piedra que me recordaría por la eternidad su breve existencia, era más de lo que podía soportar. Me negaba a creerlo y a llorarle a unas palabras tan genéricas; aunque, también, deseaba poder arrojarme al suelo y drenar todo rastro de agua de mi sistema, igual y así conseguía que me dijeran la verdad.
-¡L-lo siento tanto! - chillo Ami lanzándose a abrigarme entre sus brazos.
Y entonces nos queramos ambos. Ella no paraba de pedir disculpas por no decirme a tiempo para poder despedirme adecuadamente y yo me aferraba a cualquier cosa que me mantuviera de pie. Fue Levi el que nos sostuvo a ambos, nos abrazo dejando que usáramos su hombro para desahogar nuestro dolor y sin decir nada solo estuvo ahí.
Pero, ¿y quien lo sostendría a él?
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Levi's diary
FanfictionMiembro de la Legión de Reconocimiento, proveniente de la Ciudad Subterránea, hijo de una Ackerman, soldado, compañero, líder, amigo... ¿Qué más podría decir para describirlo? Levi Ackerman, uno de los grandes héroes. Pero... Aún hay más que contar...