TWO.

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"Tails, ¿sabes dónde está Knuckles?" Preguntó tratando no mostrar la desesperación que le comía por dentro

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"Tails, ¿sabes dónde está Knuckles?" Preguntó tratando no mostrar la desesperación que le comía por dentro.

Mierda, su corazón latía a mil.

"Salió a hacer su ritual con la esmeralda" Suspiro agotado, al parecer su nuevo invento no estaba dando buenos resultados "Hoy creo que es un día especial para él"

Notó como Sonic andaba algo inquieto. "Esta en el bosque" Dijo volviendo a lo suyo. "Y sería mejor que no lo molestes, creo que es algo serio" Se volteó, muy tarde.

El erizo ya se había ido. Siempre pasaba lo mismo con él.

"Y ese es mi héroe" Susurró antes de seguir con su proximo proyecto.

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La noche se había posado. Había luna llena y un montón de estrellas en el cielo que la rodeaban. Corrió entre arboles tratando de encontrar al de púas rojizas.

Incluso para él fue un arduo trabajo de todo un día recorriendo los árboles una y otra vez, perdiéndose, sin saber por dónde iba. Su mala orientación debido a su nerviosismo no le apañaban.

Ni siquiera había almorzado. Tampoco aviso que llegaría tarde, pues no se suponía que esto pasara.

"No debí distraerme con esa pelea de mapaches, es la última vez que lo hago" Se quejó consigo mismo, sin parar de correr de un lado a otro.

La verdad ya no le importaba si había pasado por ese lugar ya un par de veces, solo quería encontrarlo. Y en un golpe de suerte, ahí estaba.

Tan pronto le vio pudo escuchar como le llamaron por su nombre. ¿Acaso el sabía que estaba ahí?

Rápidamente se puso detrás de este. "¿Me llamabas, Knux?"

"¡Sonic!" Le grito sorprendido, para luego volver a mantener la compostura "te dije que hoy no puedo--" El nombrado se tapó la boca, para evitar que terminar lo que iba a decir.

"Lo sé, pero ¿Te puedo acompañar?"

"Usualmente no se hace en presencia de nadie aparte de los miembros de nuestra propia tribu" Mencionó para pronto ver como el erizo se ponía triste "pero asumo que era porque éramos solo nosotros"

"¿Entonces?"

"No veo problema con que te quedes"

El ritual había empezado, la esmeralda maestra yacía en una especie de trono elevada a varios centímetros del suelo, puesta cuidadosamente por el equidna. Habían varias frutas como si se tratase de una especie de ofrenda, junto a unos adornos y símbolos que Sonic ya había visto antes en esas ruinas bajo el océano.

Pronto recordó aquella misma escritura pictográfica donde aparecían seres de la misma especie que Knuckles, quienes parecían cuidar y poseer conocimiento de esta esmeralda.

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