[ 🥛 ] U N V AS O D E A G U A [ 🥛 ]

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Después de ser manipulada, adoctrina, mentalmente quebrada y haber sufrido lavado de cerebro estaba en disposición para su futuro cónyuge el cual seguiría cada orden sin cuestionar nada, este hombre, llamado Rokubungi Gendō, no tiene escrúpulos y la poca moral que le quedaba se iba esfumando. El día en que la boda se celebró fue como ningún otro, ambos recién casados vivieron juntos por un buen tiempo junto al hijo de su esposo, Ikari Shinji, un niño de 14 años, aplicado e inteligente quién no se metía con nadie y solía andar solo, su nueva madre le parecía una muñeca hecha al dedillo para su padre, ni la odiaba para nada solo deseaba que tuviera un poco más de personalidad.

Durante ese tiempo que habían vivido los tres juntos nada raro se veía, se celebraban aniversarios, días festivos y cumpleaños [ aunque la mayoría de estos con la consecuente ausencia de Gendō ] pero en privado este le daba tareas especiales a la mujer, los llamaba " pruebas de amor " en las cuales la mencionada debía de cumplir como tareas definitivas para demostrar que tan lejos podía llegar por amor, una noche una de estas pruebas serían mencionadas mientras se intercambian mimos y besos de esos que escalan, está prueba era escabrosa y maquiavélica sobretodo en la manera que su esposo le propuso, digno de un escalofrío, le propuso que envenenara a su hijo, a su propio hijo y para disfrazar el aparente homicidio lo arreglarían de manera que fuera un suicidio ya que no era extraño de que está posibilidad se presentará en dicho niño

—Si de verdad me amas, envenena a mi hijo y no tendré dudas de que verdaderamente tu me mereces

Lo susurró de manera tan dulce al oído que parecía mentira, entre esos brazos que la sostenían y la acariciaban pensó en una forma infalible de poder superar aquella prueba, usualmente eran en el momento así que trató de pensar muy de lleno, viendo que esta pensaba mas de lo normal la tomó del mentón con cariño para dedicarle una pequeña sonrisa

—¿Quieres que te de una pista esta vez?

La mujer asiente, sus ojos verdes clavados a los orbes café de su contrario

—Los tranquilizantes o la orina de ratón son buenos si quieres una muerte rápida, lo mismo con la lejía aunque eso tardaría, a menos que encuentres una manera de ahorcarlo lo cual sería difícil porque para pretender que tomó lejía y sin tener el resultado que quería hacer como si se hubiera colgado estaría un poco trabajoso, las autoridades dirían que dicho "ahorcamiento" no puede ser provocado por una soga sino por manos humanas, no queremos despertar a nadie tampoco ¿Me entiendes corazón?

—Si

—Ahora, estoy seguro que dirás ¿Donde diablos sacó orina de ratón o tranquilizantes? Bueno, en eso puedo ayudarte ya que como sabes en mi área de trabajo se puede conseguir muchas cosas inesperadas, si encuentro alguna de dos te lo daré ¿De acuerdo, mi amor?

—Si

Este sin más que añadir le dio un beso en la frente para posteriormente darle otro en los labios escalando nuevamente. Al día siguiente al volver a casa después de unos días le consiguió lo prometido a su esposa, se los dio después de que el niño se retirara a su cuarto, se acercó a esta al oído poniendo aquellos tranquilizantes en su mano como si de pasar un paquete de droga se tratase

—Aqui esta lo que te prometi, me costó un poco pero lo conseguí

—Gracias

—Ahora sabes lo que tienes que hacer, me iré a tomar una ducha nos vemos después

Antes de irse le besó la mejilla para después subir las escaleras, la mujer se quedó observando aquella "droga" ¿Que debía de hacer con ella? ¿Mezclarla con la comida? ¿Ponérselo en la bebida? Sabía que una sobredosis de aquello provocaría la muerte así que en ese momento supo lo que tuvo que hacer, más tarde cuando se encontraban los tres cenando la mujer trató de empezar una conversación normal para aligerar un poco lo tenso que se sentia con ellos tres juntos, en el plato de Shinji le había puesto una conciderable cantidad de aquello y un poco más que conservaba para más tarde, tampoco lo sobrecargo puesto que podía levantar sospechas de parte del menor, después de aquella cena todos se fueron a sus respectivos lugares de la casa, la pareja se retiró a dormir mientras que el chico quedó despierto mirando el techo como siempre hacia mientras escuchaba música de su reproductor, luego de un rato sintió como algo en su habitación cambió, el aire no se sentía igual como si alguien hubiera perturbado su espacio personal, luego sintió como se hundía suavemente su cama, sin darse la vuelta preguntó lo más obvio con un tono suave

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⏰ Última actualización: Jun 27, 2022 ⏰

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