Cuando empezó la tormenta se podía escuchar como la lluvia ácida chocaba contra los árboles y se escuchaba un sonido de corrosión. Dentro se estaba bien por ahora que había luz pero dentro de nada probablemente la luz se cortaría y nos quedaríamos a oscuras, miré de reojo a Steve que estaba hablando con África animadamente sin dejar de sonreír y al ver su sonrisa no pude evitar sonreír también. ¿Qué me estaba pasando? Bueno pues que estaba colada por él eso es lo que estaba pasando. Se giró y me pilló mirándole sonriendo cosa que hizo que me agachara la cabeza un poco avergonzada. ¿Y si se lo había pensado y ya no le gustaba? Y yo aquí sonriendole como una estúpida.
- Hola, ¿has descansado? - me pregunta cómo si nada colocándose a mi lado.
- Sí, he descansado. ¿Y tú? - le pregunto sin poder mirarle a la cara.
- Sí, muy bien - me susurra en el oído ¿Desde cuándo se había acercado tanto? Miré a mi alrededor nerviosa por si alguien estaba mirando, no podia ser que solo yo sintiera el hilo entre nosotros.
- Me alegro preciosa - me dijo dándome un beso rápido en la mejilla lo que hizo que me empezará a arder la cara - Me encanta cuando te pones tímida.
- Bueno a mí no me gusta - le digo dando un paso para alejarme un poco de él ya que lo tenía demasiado cerca y no quería que nadie lo notara.
- ¿Que es lo que no te gusta? ¿Que te ponga nerviosa? ¿Acaso soy tu debilidad? ¿Y si me pasara o me hicieran algo? - me pregunta dando el paso que había echo yo para alejarme.
- Escúchame, ni se te ocurra decir nunca más esas tonterías. ¿Lo has entendido? Nunca - le digo muy seria y advirtiéndole con el dedo.
- ¿Cuál de las dos cosas, lo primero o lo segundo? - me dice con el ceño fruncido.
- Lo segundo - le respondo muy seria mirándole fijamente a los ojos ya que con solo pensarlo sentía un vacío en la boca del estómago.
- Tranquila, nadie me va a poder separar de ti nunca y menos ahora - me dice acariciándome la mejilla con el dedo pulgar haciendo que sintiera un escalofrío.
- ¿Todo bien por aquí? - nos pregunta Lucy acercándose a nosotros.
- Sí, todo bien - le digo dando dos pasos hacia atrás.
- Genial - dice Steve con una sonrisa pícara.
- Perfecto, si necesitáis algo estaré por aquí - dice un poco extrañada - Chicos, ¿seguro que no me ocultais nada? - nos pregunta aún con el ceño fruncido.
- Seguro - le respondo con el corazón al cien por hora sin poder evitar mirar de reojo a Steve que seguía sonriendo.
- Steve, ¿tienes algo que decir? - le pregunta mirándole muy seria.
- No, no nada - dice sin dejar de sonreír.
- Está bien - dice marchándose hacia el sofá donde se encontraban casi todos.
- Después hablamos tú y yo, ¿te parece bien? - me dice sin dejar de sonreír - Creo que tenemos que aclarar algunas cosas.
- ¿Cómo? - le pregunto pero él ya se dirigía hacia donde estaban todos. ¿Que habría querido decir con eso? No pensaba sobrepensar las cosas como lo hago siempre porque eso nunca sale bien y yo lo paso realmente mal con mis liadas, así que intenté pensar en otra cosa que no fuera él pero no funcionaba ya que me moría de ganas de que dijera eso que me tenía que decir. Me lamo los labios nerviosa intentando no parecerlo exteriormente y aunque nadie me estaba mirando notaba que todos lo notaban.Dos toques en la puerta dos toques simples y no muy fuertes pero lo suficientemente para que todos nos quedaramos paralizados, en silencio observando la puerta.
- ¿Y si alguien necesita ayuda? - pregunta África casi con lágrimas en los ojos.
- Ya, ¿y si es un loco que solo nos quiere tender una trampa? - dice Lambert nervioso.
- Y tú como lo sabes, ¿vas a dejar que se muera? - dice ella asustada con lo que acababa de decir el chico.
- Creo que deberíamos de averigualo - les digo empuñando el arma que tenía escondida en mi pantalón.
- No nos vamos a arriesgar - dice la mujer alta poniéndose en mi camino.
- Quítate del medio - le advierto con el arma en la mano y dispuesta a pegarle una culetada si hacía falta.
- Que me vas a decir tú lo que tengo que hacer novata - me dice cogiéndome del pelo sin previo aviso. Pero el tirón duró poco ya que Steve le cogió del cuello y la lanzó contra el suelo haciendo que se quedara desubicada.
- Ni se te ocurra volverla a tocar. ¿Me has escuchado? - le dice agachandose a su lado. No necesitaba que nadie me salvara pero ahora mismo no quería discutir ya que seguramente solo me quería ayudar y no voy a reñirle por algo que yo también hubiera echo si lo estuvieran atacando a él.
- Adelante - me dice sin dejar de mirar a la chica alta para poder vigilarla.
Me acerqué a la puerta y la abrí muy rápido sin dejar de apuntar hacia el exterior hasta que la vi una niña de unos diez años en el suelo con los brazos quemados llenos de sangre al igual que una parte de su rostro. Me guarde el arma y la coguí como pude desde los hombros intentando que no me callera nada de ácido pero no funcionó. Me mordí el labio intentando soportar el dolor de los dedos ya que me ardían pero no pude evitar chillar de dolor cuando la niña ya estaba dentro inconsciente.
- Coger la manta de ahí y cogerla con ella para que no os toque el ácido - dice Lucy dando órdenes a los demás de forma muy rápida - Tú, ponte enseguida agua fría.
Me ardían tanto las manos que no podia pensar con claridad porque podía notar como el ácido se iba comiendo mi piel poco a poco.
- Venga - me dice Steve arastrandome hacia el grifo. Cuando mi piel tocó el agua enseguida noté alivio pero con dolor así que no pude evitar gruñir de dolor mientras Daniel preparaba un cubo con hielo y agua - Hey, ¿estás bien? - me pregunta obligándome a que le mirara.
- La niña, ¿está viva? - le pregunto con los ojos llorosos.
- Eres increíble, la niña está bien y ahora mismo quiero saber cómo estás tú - me pregunta obligándome a que le mirara.
- Estoy bien, el ácido no ha llegado a quemarme mucho - le digo intentando tranquilizarle.
- Toma, esto es para ti, voy a llevar esto para la niña - dice Daniel dándome el bote con hielo y agua mientras se llevaba uno más grande seguramente para curar a la niña.
- Gracias - le digo metiendo las manos y aunque escociera sentia alivio ya que el ácido y no se estaba comiendo mi piel.
- De nada - me dice Daniel corriendo hacia una de las habitaciones con el bote.
- Oye, lo siento - me dice Steve apartándose un poco de mi colocándose a una distancia prudente.
- ¿El que sientes? - le pregunto un poco desubicada sin dejar de mirarle.
- Siento que te estoy agobiando y se que te puedes cuidar tú sola pero es que ya no puedo comportarme como si no me importara - me responde muy serio.
- No me agobias, no seas bobo - le digo intentando sonreir pero me costaba por el dolor que sentía - En todo caso gracias por preocuparte.
- Joder, me tienes loquito- me dice volviéndose a acercar a mí de forma lenta y seductora - ¿Enserio estás bien? - me vuelve a preguntar cuándo está a mi lado.
- No, me duele mucho - le digo mientras notaba como me abrazaba por la cintura con un brazo y pude sentir un escalofrío por la espalda al notar su contacto cálido.
- Tranquila en nada se te pasará, ¿vale ? - me dice mientras que con el otro brazo cogía un bote de una estantería - Te pondré esto ahora - me dice cogiéndome la mano con cuidado y colocando el Esmiz sobre mis heridas haciéndome cosquillas ya que notaba como las heridas se iban cerrando poco a poco.
- Mucho mejor - le digo sonriendole y esta vez no me dio vergüenza cuando me miró, sonreía tanto como el al oír la notícia.
- Ahora la otra mano cielo - me dijo cogiéndome la otra mano y me lo colocaba de forma abundante. ¿Acaso me había llamado cielo? ¿Y porque notaba esas cosquillas en el estómago?
- Gracias ya estoy bien - le digo sin poder evitar mirar sus labios ya que tenía muchísimas ganas de besarle pero no quería hacerlo por no ser correspondida.
- No me des las gracias - me susurra mientras él también me miraba los labios. Estaba tan cerca... Solo tenía que inclinarme y nuestros labios se juntarian.
- La niña se pondrá bien, le quedará alguna marca sobre todo en la cara pero bueno lo importante es que está bien, ¿y tú cómo estás? - dice Daniel entrando en la cocina y interrumpiendo mis pensamientos haciendo que retrocediera unos pasos hacia atrás para separarme de cierta persona que me ponía tan nerviosa - Te lo veo muy bien ya casi está curado, seguramente no te queden marcas hemos actuado muy rápido.
- Sí, estoy bien ya tranquilo - le digo devolviéndole la sonrisa un poco nerviosa.
- Sí, ya veo - dice con una sonrisa picara mientras nos miraba.
- ¿Puedo verla? - le pregunto nerviosa.
- Están aún atendiendola así que no lo sé - me dice Daniel cruzándose de brazos.
- Bueno si ella no puede verla y es la única que ha tenido ovarios de salir y salvarla no se quien va a poder verla entonces - dice Steve detrás mía.
- Ya, ha sido muy valiente por su parte pero y si hubiera sido un enemigo, ¿qué? Probablemente ahora no estaríamos vivos - dice poniéndo los ojos en blanco.
- Ya, ¿quieres que te meta a ti debajo de la lluvia a ver qué te parece? ¿Quieres que lo probemos? - le pregunto acercándome a él de forma amenazadora - Me caías bien así que no la cagues intentando hacerte el valiente.
- Ya entiendo - me dice devolviéndome la mirada - Lo siento es que estoy nervioso - me dice poniendo las manos en el pelo llenas de sangre.
- ¿Porqué no te vas a dar una ducha? Sería buena idea que te despejaras un rato - le digo intentando ponerme en su lugar.
- Sí, mejor que te des una ducha estás echo un desastre tío - le dice Steve dándole una llamadita en la espalda
- Sí, no me he visto pero lo siento - dice riéndose - Y si lo bueno es que has salvado a una niña inocente así que departe de ella gracias aunque probablemente te las de ella misma cuando se despierte.
- No lo he echo para que me dé las gracias - le digo intentando sonreir pero no me salía - A mi también me hubiera gustado que me intentaran ayudar en su momento.
- Bueno ya no estás sola - dice Daniel sonriendome con amabilidad.
- Nunca he estado sola - susurro intentado no mirar a Steve ya que él le miraba con curiosidad.
- No, no lo has estado, ¿verdad Steve? - le dice con una sonrisa.
- Bueno, nos hemos echo siempre compañía mutuamente - dice él con una sonrisa.
- Ya - dice Daniel mirándonos mientras se largaba a ducharse - Otra cosa ya no hace falta que lo oculteis, cualquier persona que tiene dos dedos de frente nota la tensión entre vosotros dos, de echo yo la siento desde que os conocí a si que dejaros de tonterías - dice dejándonos solos en la cocina.
- Vaya - me dice colocándose a mi lado.Entraron todos por la puerta observando como estaban mis manos y asegurándose que están bien sin decir todos ni una sola palabra.
- La niña quiere verte - me dice Lucy con una sonrisa - No ha dicho tú nombre pero ha dicho donde está la chica y como estábamos todos dentro así que es obvio que se refería a ti.Me quedo quieta un segundo, miro al chico que tengo al lado y me devuelve la sonrisa así que sin decir nada más me fui en dirección a su habitación, respiré varias veces antes de abrir la puerta y encontrarme a la niña mirándome agradecida con los ojos llorosos intentando sonreir pero no podía porque su carita estaba marcada por algunas quemaduras que se le habían quedado y con los brazos extendidos hacia mi por lo que no pude evitar sentir las ganas inmensas de llorar pero no lo iba a hacer tenía que ser fuerte ya que yo no lloro.
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Los imperfectos: El Comienzo
Science FictionUn mundo dividido por una muralla, a un lado los perfectos y al otro los imperfectos. Solo los que superen las tres pruebas conseguirán quedarse pero los que no se marcharán al otro lado de la muralla. Solo ahí algo seguro nadie es lo que parece y t...