Después de aquella noche, no quiso amanecer con ella a su lado, verla gruñir hasta despertar, ni mucho menos besarla, para después desearle un bonito día. Tenía miedo. ¿Miedo alguien como él? Que había visto y afrontado las peores cosas de la vida, que había enfrentado los golpes más bajos y las experiencias más sucias. ¿Él? Sí. Le parecía estúpido... ¡Joder! Se repetía que aquello tenía que ser una broma, pero en el fondo, sabía que jamás había sentido algo tan verdadero.
Mauro Lombardo tenía miedo. De ella. De _______. De lo bien que se había sentido anoche. De lo increíble que había sido tener sexo con ella. De lo mágico que fue besarla, tocarla, sentirla... Dedicarse a su cuerpo por varios minutos, oírla gemir, respirar de forma agitada, pidiéndole más y más. De lo hermosa que era; aparte de la evidencia física, era una joven que se le antojaba bonita en todos los sentidos. Tan sutil. Tan mujer. Con un carácter endiablado. Con unos ojos preciosos. Con una sonrisa increíble. No, no podía ser cierto. No podía creer que estuviera pensando esa clase de cosas sobre una mujer. Rió amargamente de forma interna.
Hacía muchísimo frío, por lo que se abrazó a sí mismo mientras caminaba; no pudo evitar pensar cuánto le hubiera gustado que fuera ella quien lo abrazase en ese momento. Sacudió la cabeza, tratando de alejar todos aquellos pensamientos, y respiró hondo antes de marcar el número de uno de sus colegas en aquel teléfono público. Se aseguró de cerrar la puerta de la cabina para tener más privacidad.
-¿Aló? -Respondieron desde la otra línea. La voz de Lit era fácilmente reconocible, por mucho que tratase de imitar el acento francés.
-Soy yo, Duko. -Le afirmó él.
-No te reconocí, negro. -Admitió Lit, aclarándose la garganta después.- Estuve tratando de contactarte toda la puta semana, ¿sabés? Tengo que hablar con vos.
-Bueno, ya fue. Decíme.
-Sí, eso, mm... -Se hizo un silencio entre los dos. Mauro esperó a que Lit le dijese lo que traía en mente; lo conocía desde siempre, y definitivamente algo inusual le estaba ocurriendo en ese momento.- ... Vas a decir que soy un pelotudo.
-Puta madre, Lit, dejé a _______ sola. ¿Me decís de una vez? -Le exigió Mauro.
-Pará, flaco, dejame... A ver. -Murmuró Lit.- Tengo toda la plata de la piba que me llevé... -Comenzó a contar.- ... No quedó nada en sus cuentas, absolutamente nada. -Continuó.
-Ajá...
-Pero no podré hacer más.
-¿A qué te refieres, negro?
-No me pidas que la mate. -Dijo Lit. Fue entonces cuando Mauro comprendió lo que estaba pasando.
-Yo tam...
-No puedo, Duko. -Admitió Lit.- Es imposible. Vos sabés que jamás te fallé en ninguna misión, que siempre las terminé pero... No puedo con ella...
-¿Por qué? -Se atrevió a preguntar Mauro.
-Porque me enamoré, amigo.
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𝐄𝐬𝐭𝐨𝐜𝐨𝐥𝐦𝐨 // Mauro Lombardo y tú.{𝗛𝗢𝗧}
Fanfiction〲 Donde eres secuestrada por Mauro Lombardo (Duki), uno de los mayores criminales del mundo, pero caes presa del síndrome de Estocolmo. ¿Será sólo una ilusión, o amor verdadero? ⸻⸻⸻⸻⸻⸻ ¡Holap! Antes de que comencéis con la historia me gustaría decir...