Este sueño se me hacía semejante a un pasaje de una novela de Julio Verne, en el cual yo era parte de un grupo de hombres que debían convencer a un joven adinerado de invertir su fortuna en una expedición hacia un alejado mar a fin de encontrar una ruta que condujese los navíos de Australia a Argentina en un santiamén, la misma que también tenía la facultad de reducir a personas y embarcaciones a un tamaño minúsculo, como muñequitos en un barco de papel.
Yo era en aquel sueño un viajero del tiempo quien por razones desconocidas debía asegurarme de que dicho viaje se llevase a cabo, y por alguna razón el joven heredero quedaba fascinado con respecto a la posibilidad de quedar reducido al tamaño de un juguete, aceptando finalmente aceptar financiar nuestra expedición.
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Diario de Sueños y Pesadillas
Não FicçãoPues eso, un diario de las cosas que sueño últimamente.