Sophie
Querida hoja en blanco... Tengo tantas cosas que contar, que no sé ni por dónde empezar. Todavía tengo guardada la última hoja en el cajón de los calcetines. Esa hoja que no forma parte de esta libreta por ser la más importante.
Desde la última vez que vi a Noah, he estado reflexionando... Es un buen chico, y también estaba equivocada con Mark. Parece que tenía una venda en los ojos que me impedía ver la realidad. O también puede que simplemente haya cambiado y yo no lo quiera admitir, alomejor el era así pero solo tuve que ponerlo a prueba para darme cuenta de cómo la gente es en realidad. Duele.
Duele porque estoy enamorada de una faceta falsa, de una versión que sólo respira en mi mente, me he enamorado de alguien que no existe en realidad, y quema, arde, todos mis sentidos agonizan y duele más todavía reconocer que esa no es la única razón... Es pronto para que lo sepas, quizás más adelante, o... Cuando llegue el momento indicado. Cuando ese momento llegue podré sacar la hoja que tengo guardada para...Mi madre entró de golpe en la habitación haciendo que mi corazón pegara un gran latido debido al susto y mis músculos se contrayeran por un segundo.
La miré con el ceño fruncido y los ojos rojos.
Ella me regaló una sonrisa inocente y se adentró en la habitación.
-Siento haberte asustado-Dijo despreocupada, acto seguido se sentó a mi lado en la cama y prosiguió.
-¿Que escribes?-
Cerré la libreta al instante y la metí bajo mi almohada.
-No es nada- Mis palabras salieron como un hilo apunto de romperse y note esa acidez en la nariz que me avisaba de que mis ojos no aguantarían más para expulsar la primera lágrima.Yo le cambié de tema rápidamente para que eso no sucediera y tuvimos una conversación corta y sencilla sobre la cena. Al irse me levanté y fui hacia mi ventana recostando ahí la cabeza. Desde ahí podía ver toda mi calle, y me acordé de aquel día en el que después de correr la maratón para huir de un señor enfadado, nos escondimos detrás de aquella casa y respiramos exhaustos hasta que nos miramos y reímos a carcajadas hasta caer al suelo.
Una pequeña sonrisa se escapó de mis labios junto con una lágrima salada.
Recordé como empezó todo cuando ya terminó...Saqué mi teléfono del bolsillo y me metí en el chat de Mark.
La última conversación fue de hace unos meses, el me preguntó como estaba Catie...Pulsé la viñeta vacía y se abrió el teclado. Un escalofrío invadió mi cuerpo, estaba actuando sin pensar pero necesitaba decírselo. Mis dedos empezaron a buscar las palabras exactas y un gran cúmulo de verdades se encontró frente a mi.
-Mark, yo... Te odio, te odio tanto que me cuesta no verte todos los días, te odio tanto tanto que todas las canciones me recuerdan a ti. No te soporto, no te soporto más eres un niñato, pero si escucho tu nombre me parto en dos, eres despreciable pero yo te apreciaba, y es que; ya no ser parte de tu vida me enferma, pero serlo me daña más... Cuesta creer a donde llegamos solo con una malditas zapatillas de estar por casa, pero ya están deterioradas y parece que no quieren andar...
Siempre quise encontrar a alguien, quise ser alguien para otro alguien y cuando creí haberlo hecho, caíste tan bajo que nada hará que vuelva a confiar en ti, porque como ya te e dicho te odio, y odio cada palabra que sale de tu boca, esa boca que una vez quise besar y a la vez me hizo tanto daño. No sé cómo describirías esto pero la confusión me confunde aún más y la desesperación por saber si algo de lo que decías sentir era verdad me carcome, porque necesito saber si alguna vez fuiste sincero conmigo... Porque cada vez que siento que algo va bien, quién menos me lo esperaba lo destruye pieza a pieza. Pero no te preocupes, porque como te he dicho esto es solo fruto del odio que te tengo, mejor dicho, el odio que me has hecho tenerte, siento haberte conocido pero siento aún más que haya sido a una versión de ti inexistente. Déjame decirte lo último, te lo prometo. Al principio creía que esto iría a algún lado, pensaba que nadie podría con nosotros y que podríamos incluso tener algo bonito pero por desgracia chico... Nos creímos invencibles cuando ya nos derrotaron.-Click "enviar"
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la hoja en blanco
Fiksi Remaja¡Hey! Detente - escuché su voz gritar a mi espalda mientras corría hacia mí - hey, ¿Pensabas despedirte?- me dijo jadeando. Claro que quería despedirme pero no podía, porque cada vez que la miraba a los ojos me perdía en ellos y no sabía volver a la...