Marcy Wu está perdidamente enamorada de su mejor amiga, Anne Boonchuy. No puede evitar sentir celos por su novia Sasha y se siente impotente por no poder estar junto a su amada.
aclaraciones: en este fanfic, las chicas rondan los 15-16 años, y los a...
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Viernes por la tarde. Marcy se encontraba en su cuarto, jugando con su pc como era de costumbre, lo usaba como distracción para escapar de la realidad, realmente esos días no estaba muy animada, por lo que se limitaba a hacer lo que podía, incluso había días que se saltaba las clases por el bien de su salud mental.
Llamaron a su puerta, algo que la sacó de cualquier pensamiento que se le pasaba por la cabeza.
—Marce, cariño, tu amiga está en la puerta, baja a ver.
—Uh, sí mamá.
No esperaba del todo una visita, por lo que se puso sus chanclas y bajó a ver de quién se trataba.
Abrió la puerta y se topó con Anne. La miró a los ojos, se veía que estaba tratando de no llorar, y tenía ojeras. Nada más verla se derrumbó en sus brazos. No dijo nada más que su nombre "Marcy..." "Marcy..." La mencionada trató de reconfortarla.
—Tranquila... Mejor vamos a mi cuarto, ¿si?
La morena se limpió sus lágrimas y asintió. La menor la tomó de la mano y la guió hacia su habitación.
Una vez dentro, ambas se sentaron en el borde de la cama acomodándose, Marcy posó una mano en su hombro.
—Dime, ¿Qué ocurre?
—Sasha... -al escuchar ese nombre frunció el ceño, ya sabía por donde iba la cosa- Ella se pone ridículamente furiosa cuando muestro alguna muestra de cariño hacia a ti. Me amenazó con cortar la relación conmigo. Y estoy cansada.
La azabache la escuchaba atentamente, sin embargo en el fondo de su cabeza estaba pensando "¿será esta mi oportunidad?"
—¿Qué piensas hacer entonces?
La morena miró hacia otro lado, las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos descontroladamente de nuevo.
—No lo sé... -dijo con la voz quebrada- No sé que hacer sin ella. Me siento atrapada.
Marcy la abrazó, tratando de consolarla.
—Anne recuerda que estoy aquí para tí, ¿vale?
La morena se aferró a ella, mientras la otra le acariciaba el pelo con cuidado. Su tacto hacia que se sintiera segura.
Ya se empezaba a hacer común las visitas esporádicas de Anne, buscando consuelo en su mejor amiga por las fuertes discusiones que tenía con Sasha. La relación entre esas dos chicas desde luego que no era la más sana, y ver cómo eso le afectaba a la morena la destrozaba.
(...)
Cierta azabache se encontraba en las canchas deportivas del instituto, concretamente sentada en las gradas, algo distraída. Había bastante gente ya que era un sábado por la mañana de partido, y a pesar del ruido, ella ignoraba todo a su alrededor, sólo tenía su mirada fija en algo, mejor dicho alguien: Anne, su amiga de la infancia de quien estaba perdidamente enamorada.
