Capítulo 19

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Sophia me miraba entre sorprendida y contenta, mientras que oía un llanto lastimero en la lejanía.

—Jim, ¿puedes callarte? A penas oigo a Avril y está justo delante a mí —le reprochó la morena girándose en su asiento.

—Lo siento... No puedo evitarlo. Es que... Nuestra Avi se hace mayor y es duro asimilarlo —se lamentó apoyado en la mesa. 

—Si vas a estar así todo el tiempo, mejor te vas —le hizo un gesto para que se marchara, a lo que este se apresuró en limpiarse la cara con la mano y sentarse junto a ella.

Yo miraba la escena sentada en el taburete. Aquella mañana había llamado a mis dos amigos para decirles que necesitaba hablar con ellos. Quería contarles como me sentía, ya que su opinión era importante para mí. 

Pero en ese momento empezaba a arrepentirme. 

—Bueno, ¿qué vas a hacer?

Miré hacia abajo mientras jugaba con mi colgante, en un acto de nerviosismo. 

—No lo sé...

—Yo voto por que se lo digas. No puedes estar así toda la vida —dijo Jim muy confiado.

—Sí, eso es muy fácil decirlo —le reproché con mala cara. 

«Le dice la sartén al cazo» —pensé para mis adentros mientras miraba a ambos. 

—Te complicas demasiado —contraatacó.

—¿De verdad quieres seguir por ese camino, Jim? —le advertí, a sabiendas que sabía a lo que me refería. Este se echó hacia atrás en su asiento e hizo como que se cerraba la boca con una cremallera. 

«Chico listo». 

No hacía mucho que Jim me había confesado que estaba enamorado de Sophia. Me hice la sorprendida, pero sabía que tarde o temprano iba a ocurrir. Estaban hechos el uno para el otro.

Por suerte para nosotros, Sophia también era un poco mensa en temas del amor y no se dio cuenta de a lo que me refería. 

—¿Por qué crees que no siente lo mismo por ti? —preguntó mi amiga.

—Es complicado.

—¿Él?

—La situación. Pero sí, él también —reí por lo bajo. 

—Pero no tienes constancia de que aún esté enamorado de esa mujer —intentó animarme.

—No hace falta tenerla. De todas maneras, no creo que me vea como algo más que una amiga. Si  es que me considera siquiera eso.

No diré que no me dolía la situación. Para colmo, desde el encuentro en el vestíbulo, no había vuelto a ver a Stephen. Cada vez que era la hora de la comida o la cena, nunca estaba, y siempre que preguntaba por él Wong me respondía que estaba ocupado investigando sobre los hechiceros. Era como si me estuviese evitando...

Suspiré estresada y me cubrí la cara con ambas manos. 

—Vaya, ¿estás fatal, eh? —oí que decía Jimmy a la par que posaba una mano sobre mi espalda. 

—Yo no quería que las cosas ocurrieran de este modo —intenté reprimir las lágrimas que querían formarse en mis ojos. 

—Ay, Avril. Pero eso no se puede evitar. Pasa y ya —habló la voz suave de la morena. 

—No quiero estropearlo todo...

—No lo harás. Por lo que hemos podido presenciar, las miradas no mienten. ¿Por qué te crees que sabíamos que estabas enamorada? Se nota. 

𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐠𝐢𝐜 𝐈𝐧 𝐘𝐨𝐮 || 𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞 𝐱 𝐎𝐜 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora