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Me sentía extraña, las cosas habían sido diferente esta tarde con Jungkook.

Tan pronto habíamos terminado lo que hicimos, descanso un poco, conversamos con cierta trivialidad y se fue.

Era más que consiente de que él y yo no éramos nada en especial, por dios, llevábamos de conocernos dos malditos días y ya nos habíamos acostado.
Comenzaba a sentirme ansiosa, ¿Me había equivocado en aceptar todo esto?, yo creía que no, porque me encantaba la sensación de ser deseada por alguien, de sentirme sumamente atractiva, me gustaba todo lo que mi cuerpo experimentaba.

Pero por otro lado era extraño, aún necesitaba descifrar que era lo que realmente pensaba de todo esto.

Tome una ducha rápida y me apresure a comenzar con los deberes que tenía, era el segundo día del semestre y sentía que estaba muy atrasada.

No solo estaba aprendiendo arte, también tenía que rendir más asignaturas así que no debía desenfocarme y recordar que me interesaba mucho por mis estudios, más que en aventuras amorosas.

__Son las ocho, tiempo récord, dije levantándome de la silla gamer rosa con blanco que estaba tras mi escritorio, era la compra más hipócrita que había hecho porque ni siquiera tenía un juego en el ordenador.

Estaba por comenzar a hacer algo para cenar, cuando la puerta de mi casa fue tocada un par de veces, la única persona que podía ser era Yul. Y no me equivocaba, era ella junto con Minying.

__¡Hola!, dijo el pequeño entrando a toda prisa para abrazarse a una de mis piernas, honestamente no era tan fan de los niños pequeños, pero Minying era tan lindo y educado que no podía evitar derretirme ante su encanto.

__Hola amigo, dije sacudiendo su cabello.

Yul tecleaba muy rápido en su teléfono, se notaba estresada, como si estuviera resolviendo algún problema que se le hubiera presentado.

__Esta pequeña personita de aquí quiere ir a jugar a la pelota al parque de enfrente, pero su mamá está resolviendo la crisis más grande de su vida con un inversionista del edificio, ¿Podrías llevarlo aunque sea unos cuarenta minutos?, Pregunto la mayor mientras seguía metida en su teléfono.

__De acuerdo, dije poniendo mis manos sobre los pequeños hombros de Min.

__Toma esto, dijo dándome la pelota del menor.__¡Eres la mejor!, dijo mientras salía del departamento a toda prisa.

Debería decirme algo que no sepa.

__En marcha amigo, dije tomando la mano de mi pequeño primo.

Una vez que estuvimos en el parque Minying me pidió exactamente lo que pensaba, que nos dedicaramos a lanzarnos la pelota el uno a el otro.

Era increíble como hace unos meses me encontraba siendo toda una niña privilegiada de mami y papi, viviendo en una casa de en sueño, pero completamente vacía, siendo forzada a ser alguien que no quería.

Decidí huir de mi casa cual princesa de Disney, tomando todo lo que pudiera y huyendo de aquel destino infeliz que mis padres me imponían.

Tener a abogados como padres no era nada fácil, querían que yo llevara el negocio familiar que ellos habían construido con el sudor de su frente, pero como dije, eso estaba muy lejos de lo que yo quería.

Mi mamá siempre me había inculcado el lado artístico desde pequeña, y no era precisamente porque apreciara el gran talento que tenía, si no porque quería presumir con sus amigas que su hija podía hacer de todo, pintar, dibujar, cantar, tocar instrumento y demás.

Así que cuando mi corazón se enamoro de todo eso, mis padres trataron de arrebatarmelo para convertirme en una mujer de traje que dirigiera el bufete de abogados más importante de todo Seúl, que estaba extendiéndose por otras partes así que necesitaban un nuevo miembro que pudiera tomar el control de él, yo.

Acónito•JJK [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora