Severus Snape caminaba por los corredores, hacia el aula de Defensa contra las Artes Oscuras. Estaba a medio camino, cuando vio a Athena caminando despacio, ésta miraba su mano derecha mientras caminaba.
−Black –llamó Snape.
Athena le miró con cierta sorpresa y con rapidez, bajó su mano.
−Profesor –contestó mientras ocultaba su mano de él−. Qué sorpresa.
−No –dijo Snape, que miraba hacia la mano que ella trataba de ocultar−. ¿Qué te hizo?
Athena soltó un largo suspiro y con lentitud le tendió su mano derecha. Severus la tomó con gentileza, unas líneas rojas estaban marcadas en su dorso, «TRAIDORA», se leía a simple vista.
Le miró, ella evitaba contacto visual con él, pero pudo notar una ligera lágrima resbalando por su mejilla.
−Está bien –dijo Athena, mientras retiraba su mano del agarre de Severus−, digo, ¿no debería acostumbrarme?
Severus soltó un suspiro y le hizo una señal para que lo siguiera.
−Ven –dijo dándose la media vuelta−. Te daré algo para que se borre la marca.
Athena asintió y prosiguió a seguirlo, sin decir nada. Caminaron por varios pasillos, hasta que después de un tiempo en silencio, Severus habló:
−Le diré a tu abuelo.
− ¿Qué? No... −Athena frunció el ceño.
Llegaron hasta la oficina de Severus, éste murmuró la contraseña y la puerta se abrió.
−Por favor –dijo Severus, haciéndole un gesto para que entrara−. Y no te pregunté.
−No quiero –dijo Athena entrando a regañadientes.
−Mira –dijo Severus cerrando la puerta detrás de ella−. Umbridge no tiene derecho a hacer eso, no a ti, no a otros estudiantes –terminó diciendo irritado.
Athena le miró algo sorprendida, no podía creer lo que acababa de escuchar salir de los labios de Severus Snape.
− ¿A otros estudiantes? –cuestionó Athena−. ¿Te preocupan los otros estudiantes?
Severus frunció el ceño, sin decir nada, se dirigió hacia su armario personal y comenzó a buscar una poción.
−No puedo creer lo que acabo de escuchar –Athena dijo con sorna.
−Basta, Athena –dijo mientras se acercaba hacia ella.
−Está bien –dijo Athena mientras tomaban asiento en el sofá. Ésta cambió su mirada por una suave−, digo, sólo no pensaba que te preocupabas por otros estudiantes.
Severus tomó su mano y con delicadeza, comenzó a poner un poco de poción sobre las líneas rojas.
−Además de que, la mayoría son estúpidos, como Longbottom –Athena le dio una mirada reprobatoria −, son sólo niños...
−Pero no los tratas como niños –cuestionó Athena.
−Lo sé –replicó con suavidad y miró hacia ella. Soltó cuidadosamente su mano y le tendió la poción−. La tendrás que poner todos los días, en las noches. En una semana, ya no estará la marca.
−Gracias, Sev –dijo Athena con una pequeña sonrisa. Severus frunció el ceño con ligereza y suspiró.
−Y... por favor –dijo Severus irritado−. Athena, evita que te castiguen.
−No fue castigo –Athena replicó frunciendo el ceño. Severus levantó una ceja−. Umbridge dijo que quería hablar conmigo, obviamente no podía negarme. Luego, empezó a preguntar sobre mis clases privadas y le dije que no era de mi incumbencia. Entonces, como ya sabrás, anoche hubo fuga en Azkaban. Y empezó a cuestionarme por mi padre...
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A Black's Desire
FanfictionAthena Saiph Black, con todas las habilidades dignas de una Ravenclaw, a excepción de una; meterse en problemas. Su vida dio un giro completo al escuchar que su padre, Sirius Black había escapado de Azkaban. En su tercer año en el Colegio Hogwarts...