Parodias de Media noche

Capitulo 1

¿Ya van cuánto? ¿Una semana? ¿Dos? el tiempo dejo de ser una constante cuando la mujer de su vida se marchó, aparentemente, pero quizás fue algo para mejor aunque por ahora él no logra verlo.

Desde que se fue su vida fue control y descontrol, la tv, los juegos, la comida, incluso la cerveza dejo de tener su grandioso sabor embriagante, cosas que en un principio le hacían feliz dejo de ser lo mismo, el color se fue, dejando un oscuro vacío en el interior de su alma.

El sonido del timbre resonó en su apartamento, le resultó extraño ya que no había pedido nada para comer en los últimos minutos así que, ¿Quién puede interrumpir su camino a la locura?

Con todo el desazón del mundo, y ante la insistencia de aquel extraño que por algún motivo no entendía el desprecio, se levantó de esa esquina en su cocina donde tenía ya 3 horas con una cerveza ya muy caliente y fue a abrir la "jodida" puerta.

- ¿DR? ¿Qué carajos haces aquí?- su sorpresa fue inmensa al ver que el tipo con el que ha hablado por meses se aparezca en este momento justo frente a su casa.

- ¿eso es lo que le dices a alguien que viene a conocerte por primera vez luego de conducir por 10 horas? Amigo hueles a mierda- se burló el apenas más alto de su tocayo.

Sin creerse lo que veía le dejo entrar a su hogar, aun preguntándose como carajos supo cómo llegar hasta ahí o incluso si era algún tipo de acosador psicópata y el jamás se había enterado.

- Bueno, ya que estoy aquí es momento de sacarte esa depresión, ve a bañarte que podía oler tu peste desde el otro extremo de la calle ¿Cuánto llevas sin bañarte? ¿un mes? – DR le puso la mano en el hombro mientras le decía todo aquello, mientras Daniel solo sentía un extraño calor propagarse desde su hombro hasta lo más profundo de su ser.

- Lo voy a hacer pero no porque me digas que lo haga, de todas formas estaba a punto de hacerlo- replica quitando la mano de su hombro y terminando de tragar lo que quedaba de su cerveza, arrepintiéndose en gran medida ya que al estar tan caliente aquella bebida casi hace que devuelva lo que sea que tuviera en el estómago.

Después de lo que parecieron horas, el anfitrión salió de su cuarto ya bañado y vestido, sorprendiéndose de que el otro había conseguido comida, sin saber si la había cocinado o si la había comprado y tampoco le interesaba, el aroma a comida caliente le hacia el agua la boca después de dios sabe cuántas horas sin comer.

- Epa parce, gracias por la comida, disculpa las fachas de hace rato, no pensé que fuera alguien a venir a mi casa, mucho menos tu- menciono mientras se sentaba en su mesa, restándole importancia a todo el asunto de como llego el otro y de donde salió la comida.

- Meh, los amigos están para eso, ya estaba hasta los huevos de tu despecho, es momento de salir de eso así que ya que soy el que está más cerca de entre todos en el grupo, pensé en darte una sorpresa- y así de simple al otro se le olvida totalmente todas sus incógnitas y comienza a alegrarse un poco de que alguien se preocupe de esa forma por él, como para dejar todo por un día o dos solo para venir a ver como esta.

Comen en un silencio cómodo, mas cómodo de lo que se ha sentido los últimos días, así que no está mal, quizás un rato con amigos es lo que necesita para sentirse más como el mismo de nuevo.

- Bueno, ahora que comimos, vamos a salir un rato, el clima esta agradable y parece que no has sido besado por el sol en un rato – menciona DR levantándose de la mesa y llevándose los platos sucios a la cocina, el otro solo lo mira extrañado con el juego de palabras tan poco usual para referirse a algo tan normal como salir a caminar, o algo por el estilo, pero tampoco tiene mucho que decir, salir un rato no está mal, así se pone al día con el otro y se distrae de los pensamientos que le han estado atosigando tanto.

- Bueno parce, vamos entonces que ya estoy ready para todo- menciona despreocupadamente y levantándose también, sintiendo como todo comienza a arreglarse poco a poco.