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—¡vamos mark! porfa, no quiero estar solo.—

—hyuckie, sabes que odio esas fiestas que organizan chenle y jisung.—

—pero me voy a aburriiiir.—dijo el moreno alargando la última sílaba —solo una vez, por mi.— puchereó.

suspiró. mark odiaba las fiestas. demasiado alcohol, adolescentes sudorosos y borrachos, gente teniendo sexo por cualquier rincon, ¡por favor! ¿tanto costaba buscar una habitación?

por otro lado, donghyuck amaba estos lugares. y claro, él es lee donghyuck, el chico que no se pierde ni una -de verdad, ni una- fiesta de la ciudad. ¿que importaba si era en la otra punta de seúl? donghyuck estaría parado en esa puerta a la hora acordada.

se podría decir que los mejores amigos eran, en algunos aspectos, bastantes diferentes.

donghyuck como buen amigo, no obligaría a mark a asistir a una de esas fiestas, sabía que no lo disfrutaba y él no podría ver a su persona especial  pasandola mal.

pero esta vez era diferente. el moreno se habia levantado con ganas de pasar una noche con el canadiense.
una de amigos, claro. bailar, beber, reírse. juntos.

como amigos. o eso cree.

—hyuckie, podemos hacer todas esas cosas sin ir a una fiesta.— el pelinegro estaba cansado por su día, y tener a un donghyuck colgado de su cuello rogándole no era algo que ayudaba.

—pero makku...no es lo mismo sin ti.— su carita de perrito era algo que sabía no fallaba, y el menor era conciente de sus técnicas. —una vez. una hora. un ratito, luego nos vamos, lo juro.—

y mark era algo débil a su amigo. a veces le era simplemente imposible negarse a él, y más cuando utilizaba sus "técnicas".

bastante manipulador para creencia del mayor.

—esta bien, donghyuck.—

—¡oh vamos! ¿te vas a enojar?— decía mientras se colgaba de los hombros de mark, quien ya estaba dadonse la vuelta para caminar dirección a su casa.

—ya ya, paren noviecitos.—

la voz de jaemin se había hecho presente en eso de que donghyuck era arrastrado por mark -muy a su pesar-.

ante lo que dijo, el castaño se enderezó y miro al rubio.

—no somos novios.—

—no lo somos.—acompañó mark apresurado.

—y lo que te gustaría.—

otra persona hizo presencia en la escena. solo que esta vez jeno susurró cerca de mark, a lo que el pelinegro lo fulminó con la mirada, temeroso de que su mejor amigo haya escuchado.

—como sea...—dijo haciendo movimientos con su manos de arriba para abajo —donghyuck, ¿irás a la fiesta? a ti mark no te pregunto, ya se tu respuesta.—

—de hecho, si iré. iremos.— sonrió mostrando sus perfectas hileras de dientes, orgulloso.

—¿le pediste permiso a chenle para invitar a gente? sabes que es medio quisquilloso.—

—¡idiota! iremos mark y yo. además a chenle no le interesa eso, allí entra el que pase por la calle.—

—¡¿mark?! ¡el polluelo sale del nido, que emoción! hoy nos acabaremos el rollo de la cámara.—

el rubio sonreía y daba saltitos en su lugar, con un donghyuck sonriente y exaltado. mark se limitaba a rodar los ojos con jeno riendose de él.

—vamos hermano, no puede ser tan malo.— apoyaba jeno mientras daba palmaditas en la espalda del mayor —y a lo mejor...hasta podría empezar a gustarte.—

one night -markhyuck Donde viven las historias. Descúbrelo ahora