Acababa de limpiar la cocina, y como Zoro no era el típico joven desordenado, no le quedaba mucho que hacer. Un zumbido en su bolsillo le recordó la existencia de su celular. En la pantalla, se iluminaban varias notificaciones, al parecer tenía mensajes sin leer.
Eran del grupo "Piratas sombrero de paja", al parecer, nunca paraban. No estaba acostumbrado a tener un lugar donde poder hablar, básicamente porque no tenía amigos, así que decidió tontear un poco.
Cocinero: Nami
Navegante: ¿Qué pasa?
Cocinero: Si lees esto en tu celular, me amas.
Navegante: Estoy en la computadora.
Cocinero: Bueno, si respiras, me amas.
Navegante: Zoro se está aguantando la respiración XD
Tirador: No le atinas a una Sanji jajajaja.
Capitán: Si inhalo fuerte me cocinas un buen filete?
Estaba a punto de responder, cuando una llamada se lo detuvo, era la princesa Vivi.
-Sanji! ¿Cómo estás? ¿Cómo te ha ido en casa de Zoro?-
-Princesa! Que gusto poder hablar contigo- respondió feliz recostandose en el sofá a la vez que se quitaba los zapatos. -Todo bien, es un tarado, pero agradezco que me deje quedar aquí-
-Es todo un caso, verdad?- respondió con su adorable risa. -Ya te acostumbraras, es un buen tipo-
Acostumbrarse sería algo difícil tomando en cuenta que no podía evitar actuar como un imbécil cada que Zoro estaba cerca de el.
-Por cierto, quería saber si estarás ocupado hoy-
-Para ti estoy libre 24/7, 365 días al año- bromeo con picardía.
-¿Recuerdas que debes aprender a tocar el bajo, verdad? Esta bien si voy hoy a enseñarte lo básico?-
-Claro! Yo encantado . . . es solo que. . .-
-Pasa algo malo?-
-Bueno yo- dijo mirando su camisa -Traigo la misma ropa de ayer. No tuve tiempo de traer mis cosas-
-Ya veo.- Respondió pensativa -Te tengo un trato, primero vamos de compras juntos y luego practicamos, te parece?-
-Eso sería maravilloso!-
-Bien, estaré ahí en 30 min-
-Excelente-
-Maravilloso, nos vemos en un rato-
ESTÁS LEYENDO
Binaria forma.
FanficAU Moderno. La familia Vinsmoke se encuentra bajo el cruel y estricto yugo de Judge padre, dueño de la mayor farmacéutica del país. Sanji sobrevive el día a día refugiándose en la música y el tabaco, con la esperanza de que su hermana mayor, Reiju...