Cuestión de sangre (Part 1)

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Aclaración: En esta historia solo existen los vampiros y a su vez los cazadores, aquí seguiremos la historia de Jane una vampiresa que acaba en la casa del cazador Marc.

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*Donde Jane entra donde no debería

 y acaba en un buen lío*

Después de un mes por fin me había instalado y acostumbrado a mi nueva vida en Londres, estaba ya tan familiarizada a mudarme cada dos por tres que incluso lo tomaba de rutina en mi vida y para mi, era algo de lo más fácil. Pero era algo normal, es decir, tus vecinos se empezaban a preguntar que como era posible que después de 10 años viviendo en el mismo vecindario no fuera capaz de crecer o cambiar.

Y que siempre tuviera la apariencia de una joven de 25 años, pues muy simple.

Yo no era normal.

Me llamo Jane y soy una vampira.

Si, lo que oyes, una vampira, de esas que chupan sangre y les molesta la luz solar, aunque normal ¿no? Con la piel tan sensible y blanca que tengo paso más de 2 horas bajo el sol y ya me convierto en un cangrejo.

¿El ajo? Pues me sienta fatal, cuando era pequeña, bueno, ya no recuerdo mucho eso pero sé que mi doctor, en aquel entonces me dijo que era alérgica al ajo. Así que cuando como algo que lleve, mi estomago parece un perro rabioso.

Tengo más de 1000 años y he vivido muchísimos cambios de cultura y de moda, desde vestidos vaporosos y grandes, hasta prendas anchas y muy hippies con muchas flores y olores a hierba.

Pero sin duda, la mejor época es la actualidad, es decir, tengo internet, móvil, música de todo tipo... y lo mejor de todo, libertad.

Puedo moverme libremente en la noche, elegir mi presa y saciar mi sed, pero sin matarlo claro. Hoy en día casi todos los vampiros respetamos la vida de los humanos, creemos que ya que viven poco al menos los dejemos tranquilos y no los matemos.

Así que simplemente nos alimentamos y les borramos la memoria, pero claro, no todo es tan fácil ya que a día de hoy siguen existiendo muchos de mi especie que creen que nosotros deberíamos de gobernar todo, que deberíamos de doblegar al ser humano para que fuera nuestros esclavos.

Y como consecuencia de eso, siguen matando a diestro y siniestro sin parar, yo simplemente prefiero no juntarme con esas clases de vampiros. Prefiero vivir tranquilamente y en paz.

O eso creo, ya que igual que existen los vampiros por supuesto tiene que existir nuestros rivales.

Y esos son los cazadores de vampiros, nuestros enemigos eternos.

Después de vivir tanto soy capaz de reconocer a uno al lejos, ya sea por su mirada, su forma de andar e incluso su forma de hablar.

Así que simplemente cuando me encuentro con uno, salgo corriendo de allí. Soy fuerte, mucho, y puedo derrotarlo fácilmente pero prefiero evitar el conflicto y ahorrar las fuerzas.

¿Os cuento un pequeño secreto?

Tengo un fetiche.

Uno que nunca le he contado a nadie, pero que me da mucha vergüenza.

Cada vampiro siempre suele tener preferencia por algún tipo de victima ¿no? Algunos prefieren jovencitas, otras prefieren chicos asiáticos, algunos solo quieren hombres casados... En fin, el catalogo es demasiado grande.

¿Y sabéis cual es mi presa favorita?

Los hombres.

Pero los hombres solteros, adultos y que sean infelices.

Moon Knigth One-Shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora