POWER RANGERS: Beginning

Capítulo 28. Ley Anti- Ranger

Kol y Elena llegaron hasta un callejón justo a tiempo cuando la armadura de Kol desapareció del todo -como de película- pensó la pelinegra mientras hacía retroceder la de ella y se recostaba en una pared intentando tomar aire, definitivamente le dolía su frágil espalda, sentía como si los putties hubiesen hecho fiesta y saltado sobre ella, y por lo mismo, se quejó mientras intentaba estirarse.

-Oye, respira despacio- Kol ni siquiera se molestó en preguntarle si estaba bien porque lo más probable es que le dijera que sí, aunque no lo estaba, no del todo; así que rápidamente tomó su mano mientras la ayudaba a mantenerse recta, eso mientras la pelinegra respiraba más despacio.

-Estoy bien, solo que mi espalda se está quejando de haber servido de saco de boxeo- Kol sonrió mientras acariciaba con cariño la espalda de Elena.

-Bueno, creo que debes tomártelo con calma, mira que fue abuso de fuerza y tamaño- Elena sonrió mientras lo golpeaba suavemente en el estómago, al parecer las burlas por su estatura serían el pan de cada día.

-Cállate, esas cosas son más grandes que todos-

-Oye, yo nunca dije lo contrario... ¿Quieres que vayamos a un hospital?- Elena frunció el ceño y rápidamente negó, no se sentía tan mal para llegar a eso, solo estaba adolorida.

-No, estoy bien, solo adolorida, debemos buscar a Caroline ¿La viste? ¿Qué pasó?- Elena había estado observando el lugar en busca de su mejor amiga, sin embargo, no la vio por ningún lado, aún así, vio que Kol suspiró como si aún le ofendiera eso.

-Pues, cuando me dejaste hablando solo en el auto, me bajé y fui a buscar a Caroline, casi obedeciéndote, eres muy mandona por cierto, y Caroline terca, la encontré y le dije que retrocediéramos, se negó y empezó a darme el sermón de que sería una gran periodista y para eso no podía permitir que su "egoísta y traidor mejor amigo roba mejores amigas" como literal me llamó, la alejara de su gran oportunidad, aunque le insistí, me dijo que fuera a buscarte a ti, prácticamente tuve que cargarla para alejarla un poco, y entonces vi que estabas en problemas, así que fui hasta el callejón y practiqué un par de veces antes de que la armadura relativamente se sostenía y fue el momento justo en el que iban a golpear al novio de tu tía y bueno, ya sabes el resto- Elena empezó a reír al ver la cara de sufrimiento en el castaño, pero dos segundos después se detuvo cuando el dolor volvió.

-De acuerdo, mala idea reírme, buen trabajo Ranger Rojo- dijo Elena ahora con un poco más de seriedad.

-Gracias, aunque tengo mucho que aprender de mi maestra-

-Eso es cierto, fuiste un mal alumno, desobedeciste- se quejó Elena bromeando mientras empezaban a caminar en dirección al auto del castaño.

-Oye, no me iba a quedar como damisela en apuros, en fin, hay que buscar a Caroline y mi...mi auto debe estar bien ¿No? estábamos algo lejos- Elena volvió a reír al ver la cara que puso Kol cuando recordó ese "pequeño" detalle. Caminaron evadiendo a las personas, policías y bomberos, aparentando normalidad, eso mientras los medios se volvían locos transmitiendo y contando lo que había pasado, todo en vivo. Entonces, ambos jóvenes por fin vieron el auto del castaño el cuál estaba en perfecto estado.

-Gracias Dios- murmuró Kol mientras sacaba las llaves de su bolsillo, y para completar su tranquilidad, Caroline ya estaba junto a éste mientras daba brinquitos de alegría.

-Caroline Forbes, ¿Crees que fue buena idea ir directo al peligro?- empezó Elena con su sermón mientras ponía sus brazos en su cintura; sin embargo, la rubia seguía brincando y se lanzó a abrazar a la pelinegra y luego a Kol.

-¿Qué te ocurre?- preguntó Kol algo perdido mientras miraba de reojo como el enojo de Elena aumentaba al ver el comportamiento de su mejor amiga.

-Bueno, primero me alegra que estén bien, en segundo, tengo grabada la pelea, en vivo y en directo ¡Sabía que ella no podía ser la mala de la historia! y en tercera ¿No vieron lo que pasó? su novio llegó a salvarnos, ahora son ¡Dos! es increíble, juro que si no hubiese estado aquí ni creería lo que pasó, es lo más increíble que he visto, me siento más tranquila con ellos por aquí- la rubia prácticamente ni respiró para decir eso, y ahora se encontraba tomando aire sin dejar de lado su emoción; aún así, Kol y Elena se miraron con cansancio, esa era Caroline, ella solo veía lo que quería ver.