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Capítulo 103

Capítulo 103

¿Eh?

Era una caja envuelta en terciopelo rojo. Es como una caja de joyas.

Si hubiera podido caminar sin ningún problema. lo habría pasado sin darme cuenta, pero como cojeaba, parecía que me había quedado atascado en los dedos de los pies.

¿Es de Rubellus? Fue cuando cogí la caja y miré hacia atrás. Su Majestad me había dado la espalda por completo, buscando la medicina.

Una vez que entré al dormitorio, me senté en la cama y miré la caja en mi mano. Creo que es una joya.

¿Debería esperar a que venga Su Majestad primero? ¿Debería abrirlo solo para ver? Mmmm... mientras jugueteaba con la caja seguía reflexionando si debía abrirla o no.

─ Ira... eh.

─ Su Majestad, ya está aquí...¿eh?

Yo, que le di la bienvenida con naturalidad, dejé de hablar cuando vi la expresión de Rubellus que estaba de pie junto a la puerta.

Rubellus se quedó tieso como una estatua de piedra. Con solo su camisa y pantalones puestos, su cabello estaba mojado. Y ojos rojos expuestos.

¿Ya se lavó? Traté de saludarlo cálidamente, pero cuando Rubellus quedó como una piedra, yo también me detuve. ¿Qué es, qué sucede?

─ ¿Su Majestad?

─ L-La caja.

La mirada de Su Majestad se detuvo exactamente en la caja que estaba sosteniendo. Levanté la caja con una expresión incómoda.

─ Ah, esto. Lo recogí cuando entré en la habitación. Estaba en el suelo. ¿Es una joya de Su Majestad?

─ Oh, es cierto.

Ah, tenía razón, definitivamente era una joya. De hecho, es difícil pensar que haya algo más que joyas en estas cajas de terciopelo.

¿Pero por qué llevas algo así?

─ Tengo curiosidad, ¿puedo abrirlo?

Entró a toda prisa mientras agitaba las manos.

─ Espera, Ira. No la abras.

─ ¿Qué es esto?

─ ¡No!

Gritó con gran sorpresa. Parecía querer evitar que abriera esta caja de alguna manera.

Pero desafortunadamente no pudo detenerme. Porque de repente gritó y accidentalmente abrí la caja.

Click. La caja se abrió.

Al mismo tiempo, Rubellus se acercó y trató de extender la mano, pero antes de eso, miré en la caja.

─ Ohh.

Dentro de la caja había un anillo de diamantes que brillaba con luz azul.

El diamante es del tamaño de dos uñas juntas. Brillaba tan intensamente incluso en un espacio oscuro.

No importa cómo lo mires... esto es...

Entonces, incluso si lo miras mientras montas a caballo, definitivamente este anillo no era un anillo ordinario. Quiero decir, es como...

Fue en el momento en que abrí los ojos, y su gran mano rápidamente arrebató la caja.

─ ¡Oh!

─ No, eh...

Fue cuando lo miré directamente con un grito. Su Majestad cerró rápidamente la caja mientras dudaba, escondiendo la caja detrás de su espalda.

─ Su Majestad...