Una Ladrona y Un Demonio (Bill Y Tu)

Capitulo 24-. Futuro Hogar

Narración Omnisciente

Ahora mismo aquel demonio estaba solamente en shock, que parecía que su alma demoniaca había dejado su cuerpo puesto a que nunca se había imaginado saber eso de su amada reina...

"¿Humana?"

Ese dato exploto la mente de aquel pobre demonio, que no dejaba de pensar que estaba totalmente mal, que era una broma, una simple broma que no le hizo nada de gracia. Aunque tiene mucho sentido. El demonio intento recuperar su mente del vacío, pero por más que la buscara no estaba en ningun lado.

Bill-. A ver... Bill compórtate, tu reina te dijo eso porque confía en ti, así que no puedes hacerle esto a ella... SI es una humana... ¿Y Qué?... Ella aun es una ladrona, asesina, una mente maestra, asombrosa luchadora, excelente controladora de la realidades, una manipuladora de cinco estrellas y sobre todo...

Mi reina de la perdición...

Bill-. Así que reacciona, e intenta ser coherente con ella, sé que te sorprendió la noticia, pero no es nada... Me asusto más la idea que ella estaba junto al Pino, esto no es nada...

En su mente se había dado un bofetón, por lo cual con aquel golpe había despertado. Para su sorpresa aquella ladrona ya no estaba enfrente del demonio, lo cual este se alertó. ¿Cuánto tiempo se quedó en trance?

Bill-. ¿Reina?... Digo ___ - empezó a mirar a los lados, para ver si de casualidad estaba cerca a aquella chica.

La ladrona estaba armándose hasta los dientes, aunque lo derrotaría muy rápido, aun así, no se confiaba, los dragones de esa dimensión, suelen tener un truco bajo la manga, así que por ahora tiene lo necesario para matar, pero estaría bien que aquel demonio coopere con algo estaría mejor, al saber que los dragones en esa dimensión, les tienen miedo a los demonios.

La ladrona aun no lo es...

Bill-. Aquí estas... Pensé que me ibas a dejar de nuevo encerrado en otra dimensión me alegra que no sea así... - estaba un tanto asustado puesto a que en verdad pensó que esta reina la iba a dejar en esa dimensión, sin saber cómo regresar.

___-. Lo siento demonio, pero al parecer mis palabras te produjeron una explosión que no podía perder el tiempo intentando arreglar tu mente, así que me quise adelantarme - sonriera aquella ladrona mientras que seguía arreglando cada cosita para cazar al dragón.

Bill-. Es que aún me tiene impresionado, pero me imagino que es parte de tu historia, yo no siempre fui un demonio fuerte, también era una pequeña pirámide asustada, así que lo comprendo - intento aun mantener su mente en una sola pieza.

___-. Entiendo lo que quieres decir Bill, pero no te tienes que preocupar, eso es una cosa del pasado, y no es como que lo tenga que mantera oculta, al final de todo es mi vida - sonreía mientras que agarraba un cuchillo.

Aquella extraña escena de la ladrona sonrojada al ver el cuchillo pasando sus dedos en la hoja afilada, con aquellos ojos sombríos y esa sonrisa psicópata, había despertado algo en Bill, un escalofrió recorrido toda su espalda, al ver que su mente en verdad puede imaginar tantas cosas...

Esperaba que no fuera una simple imaginación, y en verdad pueda cumplirse, pero para eso primero la tiene que conquistar y después lo que tenga que pasar en las citas que ya está organizando este demonio.

Bill-. Eh... ___... Eh... -- ni siquiera podía formular algunas palabras se había quedado hipnótico por ver aquella imagen, que se asegurara nunca borrarla de su mente.

___-. Estas algo raro, es mejor que te quedes aquí, serias un estorbo si me acompañas en mi misión - lo había dicho con una frialdad, que no mejorara el asunto con los pensamientos de este demonio.

Bill-. Yo puedo manejarlo... Solo tienes dejar de hacer esas cosas, o si no pierdes este demonio en otro mundo - sostuvo la cuchilla para quitársela, es mejor conservar a un Bill con una mente sana que con un Bill que no lo tiene...

Raromagedon quedara pequeño a lo que le daría a esta ladrona...

___-. Lo que tu digas... La verdad es que si necesito tu ayuda... - la ladrona al parecer estaba siendo demasiado inocente que no se había dado cuenta de lo que había referido este demonio.

Mientras que empezaron a abrir el portar el demonio no dejaba de pensar en aquella imagen, y lo agradecido que estaba con sus hermanos dioses inferiores por crear este mundo para este magnífico momento. Bill estaba pensando liberar a los humanos, ya que gracias a ellos tuvo esta imagen...

Al abrir el portal podían ver ya de nuevo la tierra, aunque esta no era de aquel color café, si no era un color un poco purpura, un mundo de fantasía al parecer, un mundo en que Bill no gobernaba...

Bill-. Muy pintoresco y muy alegre este lugar, no me gusta para nada... Aunque debo de admitir que esas colinas rojas se ven muy bonita, hasta construir una casa ahí... - aun quería persuadir aquella ladrona con construir una cabaña juntos, lo cual no le va a funcionar.

___-. Si aquella colina roja, que siempre se está derrumbando, a que oh sorpresa no es una colina, si no es una especie de tortuga de este mundo, así que nuestra casa podría desaparecer en cuestión de segundos - ella conocía muy bien las demás dimensiones, aunque había dicho sobre el peligroso lugar en donde ese encontraba, aquel demonio solo se le quedo dos palabras en su cabeza.

Bill-. Dijiste... ¿nuestra casa?... - se le pusieron los ojos brillosos como si fuera la mejor noticia del mundo, nunca se esperó que aquella reina diera los primeros pasos.

___-. ¿Acaso escuchaste lo demás?... - solamente se le quedo mirando a los ojos aquel demonio, pero al ver los brillitos sabía que lo había perdido, por lo que no se molestó más y empezó a caminar para a encontrar con el dragón del encargo...

Bill-. Me asegurare que nuestra cita, sea muy cómoda, nada de magia claramente, tendrá cosas de humanos por donde quiera, esos sillones que parecen cómodos, la mesa que no le veo utilidad si no flota, cualquier cosita humana...

Para nuestro hogar...