"El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca..."
Primer año, 1991.
-¡Slytherin!
Cuando Harry vio a Draco por primera vez sintió algo en su estómago, un sentimiento del que estaba seguro que había oído hablar pero nunca había experimentado antes.
No había visto a un niño igual que él. Cabello rubio platinado, que de no ser por la gomina exagerada que traía puesta, Harry estaba seguro que su cabello sería tan suave como la seda, su nariz chiquita y afilada, sus ojos tan grises como la plata, el moreno podía jurar que era el niño mas bonito que había visto en su vida.
No estaba seguro porque, pero quería ser su amigo, y esperaba que fuera seleccionado en la misma casa que el rubio, para poder cumplir su deseo.
-¡Gryffindor!
Cuando bajó del taburete, después de su selección, Harry no pudo evitar sentirse un poco decepcionado al no ser seleccionado en la misma casa que la del niño de los ojos bonitos, no obstante estaba feliz de al menos estar en la casa donde sus padre y sus padrinos estuvieron. ¿Estaría en la misma habitación que la de los merodeadores? No lo sabía, pero estaba emocionado por descubrirlo.
Harry se sentó junto a una niña con el cabello desordenado, llamada Hermione Granger y siguió poniendo atención a la ceremonia, volteando de repente a la mesa de Slytherin para ver al niño bonito.
Como si sintiera la mirada de Harry, el rubio volteo hacia la mesa de Gryffindor, cuando se vieron por primera vez. Sus miradas se conectaron, verde con planta se fusionaron, creando un sin fin de emociones que ninguno comprendió en ese momento.
Harry había quedado deslumbrado con la belleza de esos ojos. Con un leve rubor en el rostro, el otro niño rompió el contacto para seguir su plática con el niño de alado.
Y Harry no sabía mucho de emociones, ni siquiera sabía que se podía sentir así por alguien, pero de algo estaba seguro, sería amigo de ese niño.
Segundo año, 1992
-¡Potter! ¿Qué crees que estás haciendo? - exclamó Draco enojado.
Harry aprendió dos cosas, después de un año lleno de fracasos para entablar una amistad con Draco; la primera, era que el niño tenía una personalidad difícil, que a la mayoría asustaba pero por una extraña razón era lo que más le atraía, Draco se metía bajo su piel de una forma que nadie lo había hecho y eso le encantaba
La segunda, y la razón del enojo del otro niño, fue que el rubio no le gustaba estar del lado receptor de sus bromas, lo había descubierto de una mala manera.
No era su culpa totalmente, su padre le había dicho que la mejor forma de acercarse a alguien era haciéndolo reír, pero al parecer los consejos de James Potter no funcionaban con todo el mundo.