No sabes cómo llegaste aquí, incluso si es el pasado o un mundo de ficción; lo que sí es que estás en la cuerda floja por tener que elegir a tu esposo, el futuro rey.
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Odias todo, de verdad. Tuviste un día terrible; hizo frío justo cuando se descompuso tu calefacción, te enfermaste, saliste a comprar pastillas y todas las farmacias estaban cerradas...
¡Pero nada que te salve como un poco de té de limón que compraste de una tienda pequeña! Tu autoestima no iba a caer tan fácil.
Estabas tan ensoñada que no escuchaste cómo las personas se movían rápidamente de un lugar a otro con algo de pánico, es decir, cada uno con lo suyo; o al menos eso creías hasta que viste en frente una destellante luz y moriste... Bah, en realidad no, sólo era un loco que apuntaba a todos con su linterna que parecía del tamaño de una caja de cerveza, la gente está muy loca... Después de llegar a tu hogar y preparar un poco del té, lograste descansar de alguna manera gracias a su calor junto a las sábanas tigre que tenías guardadas.
Los ojos se cerraron y, ¡Espera! Olvidaste activar el check-in del juego Twisted Wonderland. Rápidamente ingresaste en tu celular y luego, ya podías descansar. En una parte de tu mente ya ensoñada quisiera vivir en ese mágico mundo, ¡Tal vez ser la persona más poderosa del lugar! Ayudar a todos y ver por su salud mental, y es en serio, esos pobres chicos necesitan algún psicológo.
Rinnnn rinnnn rinnnn
No recuerdas haber puesto una alarma en tu reloj, sacaste a las justas tu brazo para intentar apagarlo y sentiste que tocaste cuero cabello, esta extraña cosa también tenía ojos, nariz y boca. Podrías decir que era una persona, pero era ridículo, vivías sola.
- Señorita, es hora de despertar. -Dijo una desconocida dulce voz.
Ahora sí te despertaste, agarraste cualquier cosa que podías, lo que era un candelabro dorado, y te pusiste en posición de ofensiva. ¿Qué loca se metió a tu cuarto?
- Puedo ver que ha despertado, ¡Me alegro mucho! Estabamuypreocupadaporqueeldíaanteriorsecayóynodespertóelrest-. -Paró de hablar apenas se dio cuenta de su expresión- ¿Señorita? Parece como si no reconociera a su sirvienta personal. -Habló esperando que no fuera verdad.
- ...¿Me secuestraste? -Preguntaste, de seguro era una chica sin un fusible en su cabeza queriendo cumplir una fantasía retorcida.
- ¡¿Qué?! Oh, no... -Fue corriendo a la puerta y la abrió, inhalando aire a sus pulmones- ¡¡¡LA SEÑORITA DESPERTÓ Y ESTÁ ENFERMA!!! -Gritó a todo pulmón.
Antes que pasara un minuto un montón de sirvientes entraron, todos con expresiones muy preocupadas, juraste que viste algunos de rodillas rogando a Dios por un milagro.
Ahora que ignorabas lo que te decían, te diste cuenta que la cama en la que estabas era lujosa, el alrededor tenía colores relucientes entre blanco y dorado. ¿Dónde estabas? ¿Era tal vez un extraño sueño o estabas en un reality show que no recuerdas haber firmado.
- ¡Atrás a todos, viene el rey! -Dijo una voz exclamando entre todo el bullicio.
- ¡MC! Mi querida Mc... -Sollozó un hombre que entró saltando por la puerta cubierto en lágrimas, dándote al estar cerca tuyo un gran abrazo.
- ¿Y tú quién eres? -Dijiste, apenas al dar la pregunta se safó de ti y cayó tieso al suelo del impacto.
- ¡Su majestad! -Dijeron todos los sirvientes en coro con preocupación casi de muerte
Esto iba a ser difícil, y apenas empezaba el día...
