Capitulo 3

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Hoy es lunes 1 de octubre, es algo que me resulta bastante satisfactorio en sí. Es decir, el primer día del mes comienza con el primer día activo de la semana, y en especial para mí, será el primer día activo desde que estoy aquí en Londres, pues hoy comienzo a cursar en la universidad.
Es increíble que luego de haber estado viviendo durante todo un mes aquí, recién hoy sea mi primer día siendo ‘alguien útil en la sociedad’. Recuerdo que antes, solía ser alguien muy activa; no tenía tiempo, pero tenía tiempo para hacer de todo. Creo que las circunstancias me volvieron una persona objetiva; además, por no decir que apenas si tengo una meta, la cual es finalizar mis estudios. Efectivamente, las numerosas metas que tenía en mi vida se redujeron drásticamente.
El hecho de recibir una beca que cubra todos mis gastos no ayuda tampoco al hecho de volverme alguien activo. Así, estoy cómoda de momento y también sé que será un beneficio, el no necesitar trabajar me permitirá adentrarme completamente en estudiar. Quizá en el futuro lo piense mejor y decida buscar un trabajo de tiempo parcial, pero no es algo que tenga en mente para hacer de manera inmediata.

Entre las pequeñas cosas que decido en este proceso de volverme ‘adulta independiente’, tomar el tren, me pareció la mejor forma de ir hasta la universidad, sería un viaje corto, pero mucho más rápido que ir a pie; por no decir que me gusta muchos más, las rutas son diferentes y el paisaje urbano cambia, ideal para que la imaginación vuele. Elemento esencial en alguien que pretende dedicarse a la literatura…

Al llegar a la universidad los nervios comenzaron a invadirme, no sabía cuál era mi aula, la secretaria no estaba y no conocía a nadie ahí dentro ¿Por qué estas cosas solo me pasan a mí!
Pensé que la mejor opción era esperar en el hall de la universidad hasta que la secretaria decidiera volver a su escritorio y así poder preguntarle hacia dónde debía ir. Por supuesto las cosas no salieron como esperaba, pero al menos mi intuición no me falló. Casi de milagro puedo divisar a Tom entrando por la puerta principal, en medio de los grupos de estudiantes que continuamente entraban y salían del lugar. Quizá, él podría ayudarme.

- ¡He Tom! – Todo el mundo se dio vuelta. He olvidado que aquí todos son silenciosos y está bastante mal visto hacer mucho escándalo en público.
- ¡He extranjera! – Tom me imita en lo de ser ruidoso. No sé si sea mejor o peor, pero al menos ya no me siento tan incómoda.
- Lo siento, es que estoy perdida y no veo a la secretaria. No sé hacia dónde debo ir-
- Oh, pues… ¿Eras de literatura verdad? –
- Sí –
- Entonces sígueme – Lo sigo mientras comenzamos a caminar por largos pasillos. Esta universidad es enorme - Las clases de hoy la tendremos juntos, ambas carreras son del departamento de humanidades y compartiremos algunas materias durante los primeros años. El resto de las aulas te las enseñaré luego, ahora se nos hace tarde para clases –
- Oh ya veo, gracias –
- No es nada, es un placer ayudar –
Hacemos una pausa frente a una puerta y antes de entrar digo:
- Debo disculparme contigo. En un comienzo pensé que eras alguien con humor, pero descuidado. Ahora veo que no es así, por el contrario, sabes mucho y estas comprometido con la universidad y los alumnos. Lamento haber hecho un mal juicio sobre ti –
De verdad no sé a qué viene eso. Ni siquiera lo he pensado demasiado, solo lo he largado. No es común que pida disculpas o actúe de manera sumisa. Aunque pensándolo bien, este último tiempo, he apagado mucho mi efervescencia, no es la de antes y, pienso que, eso debe afectar a mi manera de actuar. Por no decir que, hace un tiempo prudencial, no mantengo contacto estrecho con ningún otro ser humano.
- Esta bien, no hay nada que perdonar. Es normal que piensen esa clase de cosas sobre mí, es la imagen que di a las personas durante toda mi vida, y si me hubieras conocido hace un tiempo atrás, te habrías dado cuenta de que, yo, realmente era lo que pensaban – Dice mientras me mira con una expresión relajada y amable, lo cual me confunde un poco – Bien, ya entremos a clases que en poco tiempo vendrá el profesor Jackson y él no perdona nada – Menciona irónicamente.
Río ante su comentario y sin más rodeos entramos al aula. Creo que he hecho un lazo con alguien, quizás en el futuro lleguemos a ser buenos amigos.

Al cruzar el umbral logro ver el gentío. Es increíble la cantidad de jóvenes que concurren al College London; incluso puedo ver extranjeros, y eso que solo se ha reunido un solo departamento de la gran universidad.
Creo que Tom se advierte de mi asombro y dice:
-Es increíble ¿Verdad? -
- ¡Sí lo es! De pequeña siempre soñé con concurrir a una universidad así, con las aulas grandes y llenas de gente-
- Jajaja suenas como una niña. Ven, vamos que ya tenemos lugar reservado –
- ¿Cómo que tenemos lugar reservado? –
- Así es, tengo un amigo que estudia literatura como tú. Es bastante puntual y siempre guarda un asiento para mí –
- De seguro ha guardado uno para ti, pero no para mí. No te preocupes, ve y yo consigo otro asiento, no es molestia – Digo de manera sincera, no quiero causarle más problemas y tampoco busco llamar demasiado la atención.
- De hecho, hay más lugares libres junto al nuestro –
Una voz grabe y ronca detrás de mi hace que me estremezca. Al darme la vuelta, veo a un chico muchos más alto que yo, y pienso que algo mayor también. Tenía una expresión seria pero relajada. Por su apariencia diría que es el típico chico indiferente, correcto y muy inteligente; aunque no quiero juzgar antes de tiempo y que me suceda lo mismo que con Tom.
- Aren, que bueno que hayas aparecido amigo. Te presento a Clara, es extranjera y estudia literatura también –
- Gusto en conocerte Clara. Mi nombre es Aren – Dice estrechándome la mano
- El gusto es mío Aren. Supongo que seremos compañeros – Digo algo intimidada por su actitud y apariencia.
- De hecho, no. No de todas las materias – Dice Tom mientras sale caminando hacia los asientos ‘reservados’ por Aren.
- ¿Cómo? ¿Qué no estudiabas literatura también? -
- Sí, pero ya estoy en segundo. Solo cursaré algunas materias de primero que me han quedado del año anterior –
- Oh ya veo, entonces…- Me callo ante el silencio de todos los presentes. El profesor ha llegado.
- Buenas tardes alumnos –
- Buenas tardes – Respondemos todos a la vez.

E choque académico que tuve en esa clase fue duro. El profesor comenzó a hablar, y una vez que comenzó, no paró hasta que se cumplieran las cuatro horas de catedra. Definitivamente, día fue duro y algo aburrido, ya que se trataba más que nada de asuntos institucionales y el comportamiento universitario. Aun así, me resultó algo fascinante y me siento bien con esto, comienzo a pensar que venir aquí fue una buena decisión. El tener una meta y el enfocar mis pensamientos solo en la carrera hace que me distraiga y olvide aún más de todo lo que ha pasado antes y quiero dejar atrás. La clase de hoy representó el primer paso hacia aquel futuro que deseo.

Al salir de la clase, volvemos los tres juntos caminando. Todos nos dirigimos hacia el Regent´s Park
- Se te ve contenta Clarita –
- No me digas Clarita, y sí, sí lo estoy – Digo casi protestando en son de burla
- Así que no eres tímida, solo amargada – Extrañamente habla Aren
- No soy amargada- Replico
- En realidad, es la primera vez que te veo sonreír o te noto divertida – Añade Tom
- Eso no es v... Bueno sí, últimamente no soy muy simpática –
- Entonces, antes sí lo eras. Ahora eres una amargada – Añade Aren
- ¿Y qué me dices de ti? No te quedas atrás con lo amargado –
- No es así. Yo no soy amargado, solo sonrío cuando quiero hacerlo. Es una sonrisa sincera y no me privo de hacerlo –
- Mmm no lo creo. ¿Qué opina el futuro psicólogo? –
- Que Aren tiene razón. Desde lo que lo conozco, él no limita su sonrisa, sólo es perezoso e indiferente. Pero tú… - Hace una pausa y piensa – No te conozco. Pero mis habilidades como psicológicas me dicen que te cuesta sonreír y no porque no seas simpática –
No digo nada y me quedo mirándolo con sorpresa y sospecha.
- Llegamos, aquí me separo – Dice Aren inmutable
- Yo también - Añade Tom
- Okey. Entonces nos volvemos a ver el miércoles en la clase de Psicoanálisis ¿Verdad? -
- Correcto Clarita –
- Muy bien. Adiós –
- Adiós – dicen ambos

Después de eso caminé hasta casa, casi arrastrando los pies. Estaba tan cansada que llegué y fui de inmediato a la cama; el primer día, mi primer paso, había llegado a su fin.

Al Paso del FuturoWhere stories live. Discover now