Un ataque terrorista ocurre en la ciudad de Nueva York, un empresario muy famoso con un rango muy alto de poder fue hallado muerto entre todos los escombros. Se presume que la causa de este ataque fue un ajustes de cuentas.
Otras dos personas se enc...
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Era un día nublado, todo estaba oscuro apresar de ser las 12pm. La gente pasaba por las calles sin preocupaciones, no había nada interesante que se mostrará aquella tarde.
Dos chicas de cabello castaño se encontraban con paraguas en mano, dirigiéndose al cementerio. Cuando llegaron, se dirigieron a un par de tumbas que estaban juntas cerca de una pequeña fuente.
- A pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvimos aquí -menciono la mas alta de las dos, tenia un ramo de lirios y rosas muy hermosas y bien cuidadas-
- Sí, desearía que aún siguieran aquí -era turno de hablar de la menor, tenia un par de lagrimas que caían de sus redondas mejillas-
- Yo también -dijo mientras colocaba las flores en ambas tumbas, de forma cuidadosa y bien posicionadas para que se vean mas decorativas- Pero sabes muy bien que eso es imposible.
La menor por altura no aguanto el llanto y empezó a llorar, cayendo de rodillas en frente de una de las tumbas que tenia el nombre de Estiven Jonhson quien era el padre de aquella chica. La otra joven también se encontraba de luto, quería mostrarse fuerte en esos momentos ya que eso fue lo primero que le enseño su padre, y era lo único que tenia para honrarlo ahora.
Su mirada se poso en la tumba en frente suya que tenia el nombre de Liam Jones, no pudo evitar soltar un par de lágrimas.
Ambas se abrazaron fuertemente, y como si el clima tuviera conciencia empezó a nublarse dejando oscuridad.
-la mayor miro a la de ojos morrón oscuro- Luz, escúchame...las dos sabemos que ellos no quisieran vernos de esta manera, hay que seguir con el camino que nos dio la vida. Nuestros padres ya están orgullosos de nosotras ahora mismo así que no hay de que preocuparnos -dijo para luego darle un beso en la frente como si fuera una niña-
- jaja tienes razón, hay que seguir te quiero mucho, no homo Luzbell -dijo la menor par darle un abrazo a su contraria-
- jaja no me jodas Luzmet! Arruinastes el momento! -con la mirada sorprendida, de inmediato se tapo la boca-
Había dicho una blasfemia, en frente de la tumba de su padre, eso no era de todos los días. Rápidamente se empezó a disculpar en frente de la tumba de su padre , ya que ella no era de decir tales frases en presencia de su padre o en este caso sus restos; mientras que, la menor se reía en voz baja para no arruinar el momento y que nadie la viera de una manera extraña.
No duro mucho ese momento, ahora el ambiente se torno a uno mas tranquilo para ambas chicas, quienes se levantaron de su lugar y se despidieron de sus familiares y salir de aquel lugar.
- Agradezco mucho que me acompañaras, enserio que no me gusta ir a ese lugar -menciono la menor, con una mirada baja y los ojos sin emociones-
- Es lo menos que puedo hacer, ambas perdimos a nuestro padres en aquella tragedia así que entiendo tu pesar -Anuncio, coloco su mano sobre el hombro de su compañera- Tenemos que seguir fuertes, ahora mas que por tu culpa perdimos la mansión -Lo ultimo lo dijo con cierto enojo en su voz-
