Cereal con Pasitas [Moonsun][G!P]

Capítulo 10

Confesar sus sentimientos a Byul resultó ser más difícil de lo que esperaba Yongsun.

Cada vez que sentía una entrañable conexión con la rubia e intentaba expresarle el cariño que sentía, el teléfono de esta estaría sonando por una llamada entrante de Dahee, y al final Yong solo terminaría maldiciéndo a la novia de la más joven internamente hasta sentirse calmada.

Sus sentimientos se estaban volviendo más fuertes cada día, razón por la cual estaba planeando hacer algo para detenerlos, con suerte, volverían a ser solo mejores amigas como antes. Así que invitó a Byul a pasar una simple mañana en su apartamento, con el fin de desayunar juntas; pensó que vivir un momento sin segundas intenciones o posibles insinuaciones haría que su corazón dejara de latir descontroladamente por su amiga.

La mañana iba tranquila por parte de Yongsun, quien disfrutaba de su característico tazón de cereal con pasitas, mientras que Byul solo tomaba una taza de café oscuro recién hecho. Cada una sentada a un extremo de la pequeña mesa para cuatro ubicada junto a la cocina. Por otro lado, Byul no dejaba de observar a su mejor amiga por encima de su taza de café.

— No te debo dinero, ¿Cierto? — preguntó la mayor a modo de broma. — Si sigues mirándome de esa manera, me desintegraré.

Byul sonrió coqueta.

— No, no me debes dinero — afirmó levantándose de su silla y luego dejándose caer sobre el regazo de la contraria.

— ¿Entonces? — insistió, tratando de no mostrarse afectada por la cercanía entre ellas.

— Yo quería preguntarte tu opinión sobre algo — explicó con tono bajo, envolviendo sus brazos alrededor del cuello de la castaña. — ¿Qué opinas del sexo anal, unnie?

Yongsun casi se atraganta con su cereal.

— ¿Q-Qué?

— Sé que quieres intentarlo — susurró, sonriendo para sí misma cuando vió que el rostro de Yong se sonrojaba por completo.

— Yo...

Byul la calmó acariciando sus rojizas mejillas. Una vez que sintió que Yongsun se relajaba, chupó el sensible lóbulo de su oreja con la boca.

— Cada vez que te monto, siento tus ágiles dedos haciendo de las suyas.

Podía decir que Yongsun estaba avergonzada, sus ojos color avellana estaban completamente fijos en ella, y su respiración era inestable. Sin embargo, frunció el ceño cuando vió que la mujer mayor se negaba a tocarla, incluso cuando balanceaba sus caderas contra su erección.

— Vamos, Sunnie — Byul sonrió. — Puedes tomarme de la forma que quieras.

Yongsun bajo la mirada, sus mejillas tornándose carmín.

— ¿De verdad puedo hacerlo? — sus manos finalmente subieron por el muslo de Byul para ahuecar su trasero.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Yongsun cuando sintió la lengua de Byul, húmeda y cálida, entre sus labios.

— Pero con una condición — la más joven se apartó y arrastró sus uñas contra el cuero cabelludo de Yong. — Quiero ir yo primero.

— Explícate.

— Lo que trato de decir es que primero quiero follar tu lindo trasero.

El silencio reinó en la habitación, excepto por la respiración agitada de ambas.

— De acuerdo — Yongsun le sonrió azotada.

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