"Bajo la sombra de la misma luna"

"En realidad eramos dos"

Y para terminar este mes Pride, demos por concluido este oneshot, donde vemos no solo vemos la parte de Marc sino también la de Steven.
Podrá esta triste historia de amor de estos hermanos, tener un final feliz?

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Dos, solo éramos dos. En realidad, éramos un par de gemelos que se querían mucho, no recuerdo cómo es que pasamos de ser un par de gemelos a unos trillizos, donde al parecer, el tercer hermano se llamaba Jake.

Como a los 3 años apareció Jake, al principio solo como amigo imaginario, Marc estaba tan aferrado a que Jake era nuestro hermano cuando jugábamos, pero lo curioso era que Jake siempre molestaba a Marc, no sabía que decía solo veía a Marc enojarse y para no hacerlo sentir mal, siempre le seguía la corriente, fingiendo que éramos tres en lugar de dos.

Al principio eso no tenía nada de malo, pero todo eso se volvió problemático cuando mamá le insistía a Marc que Jake no existía, le decía loco, raro, siempre insultándolo hasta al punto de golpearlo, aun así, Marc seguía aferrado de que Jake era nuestro hermano.

Así que, aunque, mamá le dijera que Jake no era real, yo apoyaría a Marc, era mi hermano y si él decía que Jake era real, yo seguiría en su mundo, ya que para mí, Marc era todo mi mundo, siendo que no solo lo quería como un hermano, sino como algo, que a mis doce años, no sabía que tenía unos deseos, muy distintos a los tradicionales.

- Pero ¿Una película sucia? –

- Tranquilo, todos lo hacen en la escuela- le quita el disco a Steven- además solo será una vez y mamá y papá no están.

Un poco indeciso: - Mmm está bien, pongámosla-

- Genial-

A mí en lo personal no me interesaba ver ese tipo de cosas, solo lo hacía porque Marc me lo pidió, mayor fue mi sorpresa que al comenzarla a ver, era una película sucia, pero de dos hombres, lo primero que pensé, fue que era algo malo, que debía dejar de verlo, era pecado y que jamás debí ver, pero por más que quería apartar la mirada de ahí, mi cuerpo no me lo permitía, incluso quería ver más, sobre todo el cuerpo del hombre más alto y más fornido de los dos.

Aquel hombre, aunque se veía intimidante, tocaba de forma cuidadosa el cuerpo del hombre menor, lo acariciaba de forma lenta y suave, sus besos eran húmedos y lentos, tomaba su tiempo para hacer que el menor se sintiera en confianza con él, hacia exaltar de mi corazón como nunca lo había hecho antes.

El video seguía avanzando, el más alto había logrado que el más bajo se relajara volviéndolo más descarado con su tacto, el menor gemía despavorido, incontrolable y tan satisfactorio.

Por un momento, quería que me tocaran así, me besaran así, me hicieran gritar de esa forma tan vulgar y en el único que pensé, que quería que lo hiciera, era en:

- Steven-dijo Marc angustiado- ¿Estas bien?

Mi hermano mayor...

Agitado: -No...-dijo temblando- me siento raro, algo en mi...

El tercer precepto del Tora, dice "No cometer pecados de índole sexual" eso incluye el amor entre dos personas del mismo sexo e incluso esta más recalcado, cuando se trata de personas, de la misma familia.

- ¿Steven? –

Yo lo sabía muy bien, sabía que este pensamiento era impuro y repugnante, el solo pensar que yo quería que Marc, me hiciera lo mismo que el tipo grande de la película al menor, estaba aterrado, porque no tenía idea de lo que me estaba pasando.