solo algo de rutina

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"Iba mirando el precioso paisaje a través de la ventanilla de aquel coche deportivo de alta gama; la carretera era muy estrecha y con muchas curvas... ¡¡cuántos acantilados!!
-¿Qué tal ha ido el viaje entonces, nena?-,
- Mejor de lo que creí. Se me ha pasado volando, nunca mejor dicho-

Ambos rieron.

Era agradable sentirle cerca físicamente y sentir una atracción tan fuerte. Dejaron atrás esa carretera y entraron en una gigante y ancha autopista. Apenas había tráfico. Algún coche y camión que otro. La mano de él se colocó inesperadamente en la pierna de ella, acariciándosela por encima del pantalón. Ella no la rechazó. Todo lo contrario. La empujo con su mano más arriba, hasta su entrepierna. Quería que él la tocara esa zona y notar la presión y fuerza de su mano.

-Como me pones, princesa. Estas todavía más buena de lo que pensaba-

Ella sonrió. En este momento de su vida, se quería, aceptaba y amaba su cuerpo y no necesitaba que nadie le diera su visto bueno pero... la gustaba excitarle tanto.
-Voy a comprobarlo- dijo ella desplazando su mano hasta encima de la pierna de él, donde empezó a subir hasta chocarse con su paquete. Abrió la mano y lo agarro. Quería sentir como era, lo que ocupaba en su mano... Había un buen regalo dentro de ese estrecho pantalón.
- No nos has presentado todavía, sr. Conductor- dijo ella mirando a los ojos a su amigo. Le desabrocho el cinturón del pantalón, le abrió el botón y le bajo la cremallera. El bóxer negro apareció abultado por el hueco abierto.

-¿qué tenemos aquí?, holaaaa-

Separó la goma del bóxer y la bajó con una mano mientras con la otra, se la agarraba y la sacaba. Estaba gorda, venosa, grande. Tenía una gran y reluciente cabeza. -Ummmm, buenos días- pronunció ella mientras se colocaba por debajo del brazo derecho de él. Pudo oler la excitación de su pene y ver el brillo por la humedad que sentía en el momento.

- Nena, es toda tuya-,
- Ya lo sé- y la tiro un lametón en su cabeza
-Buf- dijo el estremeciéndose.

Se colocó en el carril derecho de la autopista para poder circular algo más despacio y disfrutar de ese momento... Velocidad, una tía buena haciéndote una mamada, un sitio público donde cualquier camionero podía verles... ummm, eso a él le excitaba al máximo y quería disfrutarlo. Ella se la agarro con la mano derecha firmemente subiendo y bajándole la piel y al mismo tiempo, comenzó a introducírsela en la boca. Cuando la tenía dentro se la succionaba como queriéndole exprimir todo su jugo, le daba vueltas con su lengua a la cabeza y la piel no paraba de subir y bajar... Por momentos él pensaba que sería incapaz de conducir y disfrutar de aquello... era tan grande el placer que sentía... -ummm, eres alucinante niña- y le comenzó a agarrar suavemente del pelo con la mano derecha.

Ella estaba disfrutando tanto haciéndolo que notaba como su tanga estaba por momentos más mojado... -tenemos a un camión adelantándonos... nos está mirando y sonriendo... jajajaja- dijo él. Ella interrumpió su rica comida por un momento, se incorporó lo justo para mirar a lo que se refería su amigo y vio como un camionero se había colocado en paralelo para ver toda la escena y la miraba con cara sonriente. Ella le saludó con la mano, el camionero contesto el saludo y ella entonces prosiguió. Esta vez movía su cabeza arriba y abajo al igual que su mano, mientras la tenía dentro de su boca, comiéndola entera.
Estaba acelerando el ritmo. - No pares, no pares, Eres una diosa, Como la comes... ummmmm, con esa carita que tienes de no haber roto un plato, buf... me corro, me corro- Y la leche salió disparada mientras ella no paraba su ritmo y le oía a él pronunciar todo tipo de palabras mal sonantes debido al placer tan enorme que sentía. Después se levantó con la boca, la barbilla y parte de los mofletes manchados por el semen de su amante. El camionero seguía en paralelo y podía ver su cara cachondísima por lo que había contemplado. Ella lo miro fijamente, sacó su lengua y se lamió todo el semen que tenía por fuera... Volvió a apoyar la espalda en su asiento, cogió unos pañuelos de papel y se limpió.

-¿Te ha gustado? Le dijo -

¿Gustado? He alucinado... La comes como los ángeles- dijo él -

Ella le miro a los ojos y esbozando una pícara sonrisa, le dijo -Aún nos queda mucho por hacer-.

Él sonrió y acelero, dejando al camionero atrás- Pues vamos a ello-".

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