Fue constantemente acosada durante su adolescencia y nadie hizo nada al respecto. Después de todo, ella tenia una mala reputación.
Todos la habían visto desnuda. Se acostaba con cualquiera que se le pusiera al frente....
O eso es lo que las historia...
Izuku Midoriya corría a toda velocidad, su ondulado cabello verde revoloteaba con el viento, no podía llegar tarde a su primer día de clases. Hace apenas unos días había regresado a Japón, aún no se acostumbraba al nuevo horario y eso le había jugado una mala pasada a la hora de levantarse.
Por fin, después de cinco años viviendo en el extranjero, había vuelto y no solo eso, había sido aceptado en la mejor universidad de Japón, realmente se esforzó para lograrlo.
Podría verla, por fin podría reunirse con Kacchan. A pesar de no tener contacto con ella desde hace tres años, sabia que estaría en ese lugar, había sido una promesa: Se reunirían en la U.A.
Apresuró aún más su paso, la Academia era reconocida por ser muy exigente, no toleraría atrasos. Comenzar su año académico con una falta, no seria algo bueno.
Encontrar el aula le fue algo complicado, el lugar era gigantesco, U.A. contaba con varios edificios en su extenso campus. Luego de pedir algunas indicaciones, finalmente había dado con la Facultad de Psicología. En el salón de clases, ya estaban sentados la mayoría de sus ahora compañeros, sin embargo el docente aún no llegaba, eso era un alivio.
Durante la mayor parte de la mañana solo habían recorrido el lugar, mostrándoles la ubicación de las diferentes aulas, bibliotecas, laboratorios y centros de estudio. Finalizando en la cafetería, justo a tiempo para el almuerzo.
La comida fue algo amena, aprovechó el momento para charlar con sus compañeros. Poco a poco, el enorme comedor se fue llenando de estudiantes de otros años e incluso de otras carreras.
Mientras entablaba una agradable conversación con un compañero de cabello bicolor, no pudo evitar dirigir su verde mirada a los alrededores. Kacchan debía estar por ahí, no pudo buscarla durante la mañana, tal vez ahora la vería.
Por el rabillo del ojo le pareció ver una cabellera conocida. Recorrió el lugar con la mirada, sin embargo solo pudo observar a un chico pelirrojo y un rubio conversando. Suspiró tratando de despejar su mente, tal vez la podría ubicar más tarde.
Después del almuerzo tuvieron clases, principalmente de inducción sobre las temáticas a tratar en las diferentes asignaturas.
Al terminar la jornada, se sentó un momento en una de las bancas del campus. Realmente esperaba verla ahí. Kacchan era excelente estudiante, sin duda había sido más que capaz de ingresar a la U.A.
Aún no entendía, ¿Por qué ella dejó de contestar sus videollamadas y mensajes?, cada fin de semana hablaban sin excepciones. Pero luego de cumplir 15, ella simplemente no respondió, ¿Había hecho nuevos amigos?, ¿Se había olvidado de él?, o tal vez ¿Había conseguido un novio?
Sintió algo de celos por esa última posibilidad. Negó mentalmente, aunque Kacchan hubiera comenzado a salir con alguien, ellos habían prometido verse en la U.A. Suspirando, se puso de pie para dirigirse a su hogar; un pequeño departamento que había alquilado cerca de la universidad. -De seguro nos veremos- Se animó. -El lugar es enorme y el año apenas comienza-
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
