Capítulo 2: Tiempo

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Katsumi Bakugo caminaba de forma tranquila, cargando su bolso en el hombro. Había salido bastante temprano de su hogar, tomando el tren en dirección a la U.A.
Finalmente el primer día de clases había comenzado, había ingresado a la prestigiosa universidad. A pesar de las críticas, se había postulado y por supuesto había sido aceptada, después de todo era la mejor de su clase, su promoción e incluso su escuela.

Ese lugar sería un nuevo comienzo para ella, podría estudiar la carrera que tanto quería y estar alejada de esos idiotas de su antigua escuela.

No le fue difícil dar con el aula designada para su primera clase, había estado averiguando sobre el lugar y sus diferentes instalaciones.
Ingresó al salón que prácticamente estaba vacío, la clase comenzaba a las 8:00 y aún era temprano.
Tomó su puesto al lado de una de las ventanas del salón, jugando con su celular para matar el tiempo.

Observó sin interés el lugar, poco a poco el aula se fue llenando, en su mayoría por chicos, no era algo que le sorprendiera realmente, después de todo muchos consideraban que estudiar Ingieneria Mecánica era algo poco convencional para una mujer.
No era que le importara realmente, era algo que le apasionaba y estaba segura que sería la mejor.

La mañana fue una pérdida de tiempo, solo les habían hecho recorrer el campus, enseñando las aulas, bibliotecas y todas esas mierdas que perfectamente pudieron haber investigado por su cuenta.

La hora del almuerzo había llegado al fin, nuevamente los guiaron como pequeños niños, esta vez hacia el comedor.

El ruido del lugar era bastante, por donde se mirara había demasiada gente. Decidió tomar algo de comida y salir de ahí, ignorando al chico pelirrojo que la había intentado invitar a sentarse junto a él y otros compañeros.

Katsumi estaba bastante irritada, no sólo por la gran cantidad de gente y el ruido del lugar, hace ya bastante tiempo que ese idiota no dejaba de mirarla.
Lo había visto ingresar al aula durante la mañana, con esa asquerosa mirada, ese maldito extra no le quitaba los grises ojos de encima.

Finalmente habían tenido algo de clases durante la tarde, aunque esta se trataba solo de información sobre los temas que verían más adelante, ¿¡Cómo si no pudieran averiguar eso por si solos!?

Al terminar la jornada, tomó sus cosas y camino hacia la estación.

-Vaya que te agrada estar rodeada de hombres- Le habló divertido ese chico de cabello negro y gris mirada, mientras la seguía.

La rubia chica no dijo nada, solo continuó su camino. ¿Por que esas mierdas no la dejaban en paz? Ya había pasado por eso antes.
Prefirió ignorarlo, ella no débil, un extra como ese no le podía importar menos.

-Este año será divertido- Insistió el otro.

En el tren, tuvo que soportar esa asquerosa mirada sobre ella durante el camino a casa. Sólo agradecía que el idiota se mantuviera lejos.

Al llegar a casa, saludo a sus padres y se dio una ducha. Se sentía asqueada.

...

Durante el resto de la semana se mantuvo alejada de todos sus compañero, ya era un hábito en ella. Esos años constantemente rodeado de esos extras, habían hecho que evitara lo más posible el contacto físico. Prefería quedarse en su habitación leyendo un libro, construir circuitos eléctricos o salir a corres sola.
También había abandonado totalmente las redes sociales, no quería leer o ver las idioteces que hablaban de ella.

Las siguientes semanas continuaron de la misma forma, ese maldito extra la seguía constantemente. No le quitaba los ojos de encima en la universidad, mientras hablaba por lo bajo con otros compañeros. Y durante la tarde le sonreía de forma divertida mientras la seguía a la estación.

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