Palabra de Alfa

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Hwasa tomó la mano de Chanyeol y lo llevó por algunos callejones apartados de la gran avenida. Todas las callejuelas de esta ciudad tenían dudosa reputación para Chanyeol, sin embargo, aquellas por las que Hwasa lo estaba conduciendo le provocaban todavía más repulsión. Esas calles parecían peligrosas, no solo para un Alfa, sino para cualquier persona.  Parecían estar desordenadas, calles sin encementar y pasajes sin definir. Esto se debía a un hombre que decidió alejarse del centro de la ciudad y un día un trozo de tierra para construir su casa. Luego, alguien tuvo la misma idea y construyó su casa al lado, luego dos tuvieron la misma idea e imitaron al hombre, luego tres tuvieron la misma idea y así. Habían construido su asentamiento con esfuerzo y sin ninguna organización. Chanyeol quiso saber cómo se las iban a arreglar para decidir quien cedería espacio para construir una calle pública, pero, como eso no era importante en ese momento, solo se limitó a seguir a la chica en silencio. 

En el sector había casas grandes, pertenecían a gente que sin duda contaba con los medios económicos para levantar una vivienda más grande de lo que pudieran llenar, lejos de la ajetreada vida de la ciudad y, aunque no tuvieran calles decentes por las que transitar, ellos estaban viviendo la vida que querían. Quizá nunca habían sentido la necesidad de tener calles hasta que se llegó a poblar de mucha gente y entonces sí se convirtió en un problema. 

Chanyeol llegó frente a una casa con un diseño antiguo de dos pisos con balcones, más algo parecido a un ático. La puerta estaba abierta y entró tomado de la mano de Hwasa. La chica se acercó al mesón de madera ubicado frente a la entrada y tocó la campanita de servicio en reiteradas ocasiones. 

Una puerta al costado de la sala se abrió con un fuerte rechinido típico de las casas de madera y salió una mujer con el maquillaje estropeado y una bata de satín pasada de moda. 

—Tía Poppy, sé que mi hermana tiene una habitación que siempre le prestas, necesito ocuparla, por favor, es... Urgente. 

La mujer primero se dio el trabajo de examinar a Chanyeol de pies a cabeza, levantando las cejas con admiración y hostilidad, luego vio a su sobrina como si estuviera viendo a una babosa.

—Es un Alfa —comentó, había asco en su voz. 

—Lo sé, te pagaré la habitación si quieres, pero necesito que me la prestes. 

—Vaya, si llevas prisa. Son sesenta megas. 

Hwasa bufó. No tenía de dónde sacar esa cantidad de dinero y la verdad es que, sí, ella misma se había ofrecido a pagarle, pero jamás pensó que su tía le cobraría solo esa cantidad de dinero. 

—Mierda —masculló. 

—Después de tirártelo debes cobrarle eso con intereses. 

—¡No me lo voy a tirar! —exclamó la chica, sonrojándose—. Tía, haré lo que me pidas...

Eso solo podía significar que estaba aceptando prostituirse si eso pagaba la habitación que la mujer se estaba negando a prestarle.

—Déjame usar esa habitación solo un momento. No puedo ir a mi casa...

"Porque mi novio resultó ser un jodido psicópata que quiere regalar mi alma a una bestia y al primer lugar al que iría a buscarme sería a mi casa" se ahorró esa parte, su rostro enseñaba la angustia y el miedo ante todo lo vivido, sin embargo, eso no bastó para que la mujer mayor cediera. 

—Oh, claro, y yo soy una ninfa de agua ¡No nací ayer, niñita! —dio un pequeño golpe en la mesa—. Debería darte vergüenza engañar a Kris con este alfabastardo —dijo entre dientes y lo suficientemente bajo como para que solo Hwasa escuchara—. Puta estúpida. 

ÁNGEL NEGRO [EXO FANFIC AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora