Amanda
Ya pasó más de un año desde que decidí reiniciar por completo mi vida.
Me gustaría poder decir que todo va bien, pero lo único bueno que me ha pasado estos meses fue descubrir que el cabello largo no va conmigo.
Oh, y también conocer a Derek, pero eso no lo puedo decir en voz alta o se le subiría demasiado el ego.
—Manejas muy lento —me quejo, mientras me termino de cepillar el cabello.
—Si no te hubieras tardado tanto en salir estaríamos llegando más temprano —me recuerda, como siempre lo hace cuando esto sucede.
—Quizás si me hubieras despertado diez minutos antes hubiera estado lista.
—Ambos sabemos que prefieres dejar el celular sonando durante media hora antes que dignarte a contestar —sonríe y no me queda de otra más que terminar de cepillar mi cabello para no tener que verlo—. Cambiando el tema, supongo que estamos llegando tarde porque te tomaste el tiempo de desayunar, ¿verdad?
—Tenemos quince minutos para llegar o si no tendremos que pasar vergüenza llegando tarde en nuestro segundo primer día —digo mirando la hora en mi celular.
—Lo tomaré como un no —me mira de nuevo y sonríe—. De todas formas no te salvarás, puedo comprarte algo en el descanso.
—Me parece bien, si es que llegamos vivos —murmuro, recargando mi cabeza sobre la ventana.
Al llegar a la escuela faltan cinco minutos para entrar pero aún así me siento con prisa.
Cuando Derek baja del auto sus amigos se abalanzan sobre él, como una bola de perros desesperados. Aunque la comparación es una ofensa hacia los perros.Mientras hacen su escena dramática yo me inclino para verme en el espejo del auto una última vez y asegurarme de que mi fleco no se ve mal.
—Hola.
Alzo la vista y me topo con Jasper Barret, uno de los pocos amigos de Derek que me digno a saludar de vez en cuando.
De todas sus amistades, siento que él es el único que se preocupa por Derek, aparte de mi, y eso es lo que lo vuelve menos insoportable.
Se acerca a mi para chocar los puños.
—Hola, no sabes lo miserable que me siento de saber que sigues con vida —suena bastante cruel, pero todos sabemos que es mentira.
—Gracias, yo también te extrañé —dice, con una sonrisa, para luego irse con el grupo de chicos.
Siento como Derek desliza su brazo por mis hombros y empieza guiarme a la entrada de la escuela.
—¿Del uno al diez que tan miserable crees que será este día? —me pregunta mientras caminamos.
—Mhm, yo diría que un nueve. ¿Y tú? —lo miro.
—Iba a decir que un cuatro, pero recordé que estaré contigo y se baja a cero —asegura, con una sonrisa llena de orgullo.
—A veces eres tan cursi que me das asco —intento quitar su brazo de mi hombro pero él se aferra.
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Una Novia Para Amanda Gray
Teen FictionAmanda ya lo dejó todo para empezar de nuevo, se acostumbró a ser siempre ella y nadie más. Pero cuando conoció a Derek todos querían saber de ella, su vida privada, su pasado, criticar su forma de ser y vestir, y en especial, saber que tipo de rela...