Elevator +18 [Completada]

05

Jimin

Simplemente no puedo dejar de besarla, sus labios son demasiado aditivos, es como si fueran la más deliciosa droga, mis manos en sus nalgas la aprietan de manera posesiva, no puedo evitarlo, se nota que hace ejercicio, la llevo hasta la cama y la recuesto allí, me meto en medio de sus piernas sin dejar de besarla. Sus manos se mueven por mi piel y me pone a gemir, mis besos bajan hasta su cuello dónde la escucho suspirar y jadear al momento de contacto.

—Hueles muy bien —mis besos bajan a su clavícula, dónde voy dejando huellas de mi paso por su cuerpo con estás marcas moradas que ya quiero verlas mañana.

Quito su blusa ya que está atravesada en mi camino, voy a su brasier rápidamente, se que parezco desesperado pero tengo unos meses sin sexo así que pues, y casi dos años sin hacer con alguien que me haya atraído tanto como lo hace Soyin. Termino de quitarle el brasier y sus pechos quedan expuestos ante mí, la mirada que ella me da en este momento es de deseo y lujuria, ambos queremos lo mismo y no se lo voy a negar.

Abro mí boca para chupar y morder su seno, ella gime de nuevo y se aferra a mi cabello, acción que me encanta, bajo un poco más los besos hasta llegar a su abdomen, el verla retorcer mientras la lamo y beso por esa zona es algo digno de guardar en una fotografía, su rostro se ve tan hermoso echo un completo desastre por mis caricias, el deseo en sus ojos solo me hacen encender más y ya estoy muy duro y muy caliente. Llego hasta la zona dónde acamparé un rato, necesito hacer de esta noche algo inolvidable para ella, así querrá volver a hacerlo conmigo, además que me gusta complacer a una chica.

—Jimin~ —oh mi nombre siendo gemido por ella es algo majestuoso, ese sexy tono de voz hace que amé aún más mi nombre, quiero que lo diga durante toda la noche.

—Quiero que repitas mi nombre cada vez que te haga sentir bien, y no te contengas, las paredes son gruesas —le doy una sonrisa pícara antes de clavar mi cara en su zona íntima.

Un gemido deja sus labios apenas mi lengua toca toda su hendidura, de arriba abajo, su sabor hará que ne vuelva un maldito adicto, tanto sus labios como su vagina se volverán, a partir de hoy, en una droga para mí, que tendré que consumir de nuevo y aún ni siquiera la he follado. Sus dedos se cuelan por mis cabellos apretándolos y jalándolos pero sin hacerme daño, de hecho, se siente bien, juego con su clítoris y es cuando sus gemidos suben varios decibeles y mi nombre de grabará en su memoria ya que no deja de llamarme.

—Aaaah~ Jimim~ Jimin~

Siento como se viene y tomo todo se ella, mi lengua limpia todo rastro de su orgasmo y me levanto para quitar mi ropa, me ella rápidamente se acerca a mí aún arrodillada frente a mí, sus dedos bajan por mi cuello hasta la franela que cargo, ella la toma y me ayuda a sacarla de mi cuerpo, cuando ya no está, sus manos pasan desde mis hombros, mi pecho y mi abdomen.

—¿Te gusta lo que ves? —le dije y ella no quita la cara de mi pecho descubierto.

—Más de lo que te puedes imaginar —ella muerde su labio, acción que a mí me pone mal que ella haga, no puedo evitar volver a besarla, ella sin quitar sus manos de mi pecho me corresponde el beso.

Sus manos van hasta mi pantalón abriéndolo, me bajo de la cama para poder retirarlo y ella se acerca hasta donde estoy pero aún quedando arrodillada en la cama, ya ella está desnuda completamente, ella baja mi bóxer y sus ojos se abren al ver el tamaño de mi polla, es grande lo sé y estoy orgulloso de ello.

—¿No te gusta grande? —ella no me responde simplemente lleva mi pene a su boca y lo lame, mi cabeza se echa hacia atrás y mis manos se aferran de su cabello, tampoco pude evitar gruñir.

Ella me sorprendió con ese movimiento de la nada y mientras chupa y chupa siento que me voy a venir así que comienzo a mover mi pelvis follandole la boca, ella gime y mis embestidas aumentan hasta que me vengo en su boca, ella sonríe tragándose todo lo cuál me hace sonrojar. Me acerco de nuevo a la cama para besarla apasionadamente, un beso sucio y delicioso a la vez, lo cuál me pone duro rápidamente.

Tomo uno de los condones luego me coloco en posición y con la punta todos sus pliegues y ella gime, tomo una pierna y la coloco en mi hombro y es cuando la penetro.

—¡Oh Fuck JIMIN! —me inclino hacia adelante quedando mi cara cerca de la suya y es cuando comienzo a moverme.

Mis embestidas inician lento pero voy aumentando la velocidad debido a lo bien que se siente estar dentro de ella, sus paredes me aprietan tanto que estoy controlándome para no venirme de una vez, ella sube la otra pierna y es cuando llegó más profundo, sus manos me tocan el cuello y los hombros, sus cabellos caen en la blanca sábana haciéndola ver más bella. Sus uñas se entierran en mi piel, mientras la follo lo más duro y rudo que puedo, ella grita mientras más se lo hago. Sus gemidos aumentan al momento de venirse apretándome de una manera tan deliciosa que me vine dentro de ella en el condón.

Caigo a su lado cansado, este orgasmo fue algo fuerte, tenía tiempo que no disfrutaba tanto de hacerlo, ella besa mi mejilla y sus dedos en mi cabello haciendo caricias en mi cabeza está logrando que me duerma.

—Harás que me duerma —le dije con una sonrisa boba en mis labios, para levantarme y sacarme el condón y botarlo en el contenedor.

—No tengo problema con que duermas aquí —ella toca el lado de ella y no dudo en subirme de nuevo a la cama, apenas me subo la atraigo hacia mí.

—Buenas noches Jimin, gracias por la cita —yo me río porque en ningún momento dije que era cita pero ella se dió cuenta.

—Buenas noches, Soyin.