𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋𝐋𝐘 𝐔𝐒 × ʳᵘᵇᶜᵏⁱᵗʸ

𝒏𝒐𝒘, 𝒚𝒐𝒖 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒎𝒆

𝑮𝒓𝒂𝒄𝒊𝒂𝒔 Sara_Lord <33
Omegaverse/Contenido +18/ Lenguaje explícito.

La vida de Rubén Doblas era perfecta, o lo fue hasta que se dio cuenta de su existencia.
Entonces se dio cuenta que su vida no era perfecta. Le faltaba él.

Aquella noche...

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---¿Quién es ese? ---cuestionó, sorbiendo por la pajilla la bebida alcohólica que tomaba--- Jamás lo había visto.

Alexby alzó la mirada un momento antes de volver a sumergirse de lleno en su móvil ---Alexis, un alfa de los grados menores. ¿Por qué?

Rubén no respondió. Siguió observando como el chico hablaba con una emocionada muchacha que parecía contarle algo sumamente importante. Había decidido venir a la fiesta sólo porque estaba aburrido de jugar videojuegos todo el día.

Era una fiesta pequeña, la mayoría de los eventos divertidos estaban sucediendo en el primer piso de la casa -mansión- de un chico de tercer grado. Uno de los muchos conocidos de Rubén.

La música a todo volumen que solo podías ver a las personas a lo lejos mover la boca pero no escuchar nada.

Rubén por eso decidió sentarse al lado de Alex, pero el gilipollas y apenas le ponía atención.

Ahora tenía algo interesante frente a él.

Él pelinegro le sonrió a su acompañante, pero negó en algunos momentos. Rubén se dio cuenta de que algo había salido mal cuando la chica se dio la vuelta y salió corriendo de la sala.

La expresión de aquel alfa pasó a una de cansancio y tristeza. Mirando a la chica irse.

Resopló ---¿Es exigente o alguna mierda así?

---¿Por qué?

---Acaba de rechazar a una omega que se cae de buena. ---refuñó, dejando el vaso vacío a un lado.

El beta rodó los ojos ---Que delicado. ¿Cómo puedes opinar así de una omega? Tú también lo eres.

Rubén se encogió de hombros, metiéndose una paleta a la boca ---El que sea omega no me convierte en ciego, Alex.

Sin creer necesario darle una respuesta, Alejandro siguió en lo suyo. El omega de concentró en aquel alfa de pelo negro.

Se encontraba ahora recargado en la pared, con una sonrisa suave conversando ahora con un grupo de chicos que se habían acercado poco después de que la omega se fuera.

Tenía que aceptar que el aura que el alfa emanaba parecía atraer a las personas, entre tantas, Rubén no podía oler sus feromonas. Dudaba que eso fuera posible, con Alejandro a su lado, no tenía un olor específico que captar.

Alex era un beta, su perro guardián más bien parecía.

Pero si Rubén pensaba alguna vez en su persona como alguien insistente, vaya que no. No pasó nada de tiempo, literalmente nada cuando ella volvió.

La omega se acercó al grupo con mucha energía, y parecía estar diciéndole algo al alfa con mucha confianza.

El pelinegro sonrió incómodo.

Rubén pensaba que la chica no entendía un no.

Sin embargo, se encontraba cuestionándose el por qué no podía dejar de mirar a aquel chico.

Arqueó una ceja, sus ojos verdes le miraron de arriba abajo. ¿Era realmente un alfa? No es que el estuviera muy ligado a los estereotipos, de hecho podía decirse que para ser un omega, Rubén rompía los estereotipos que la sociedad marcaba en él.