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Se aproximaba la noche. Mario mantenía la mirada en la ventana de arriba. No había mucho qué hacer. No valía la pena gritar o golpear la puerta, nadie vendría a su auxilio. Ha estado encerrado una semana entera, sin algún tipo de comunicación con el exterior. No sabía qué lugar era este y mucho menos los fines que tendrían para mantenerlo preso sin acceso al aire fresco de la naturaleza. Sabía que detrás de aquella pared le aguardaba un bosque enorme colmado de vida. Podía deducirlo gracias a los sonidos que producían las hojas al golpear el muro, a los cantos de los pájaros, el sonido de los grillos por las noches. Su oído pronto se convirtió en su peor enemigo.

Las estrellas brillaban como nunca. La luna se ocultaba en un lugar que le era inaccesible. Le agradaban los cielos colmados de nubarrones. Detestaba cuando no había ni una sola mancha esponjosa en ese azul liminal. Odiaba la nada.

Era más de media noche. Eso le dijo su vista cansada. No había un maldito reloj que le indicara lo contrario.

Permanecía sentado en el suelo. Era cómodo, incluso más que la cama. Solo quería volver a su cuarto, en su casa, poniendo de vuelta sus brazos alrededor de la cintura de Alma y quedarse dormido en su regazo. Sus manos querían tocar su cuerpo, como nunca antes lo había hecho. Ahora estaba recostado en un suelo helado acariciando la superficie lentamente con las yemas, tratando de buscar la textura de una piel que no pudo tocar por última vez. Quería convencerse de que estaba ahí. No quedaba más que cerrar los ojos y forzar a su cerebro a cooperar. La sentía debajo de él y por un impulso que nunca antes había experimentado, decide besar el suelo. Cae en un golpe brusco de realidad, que siente que todos sus huesos fueron destrozados ante el impacto. Abre los ojos y lo único que hay es un asqueroso suelo. Siente reflejarse en él. Una imagen desagradable. ¿En qué momento pasó? Por supuesto, era su culpa. De nada sirven los reclamos. La vida es tan larga cuando se está solo.

Mario Estaba SoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora