•⊹٭Llanto٭⊹•

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 — Li, amor. — el moreno estaba terminando de lavar el baño, pero se detuvo al escuchar a su hija llorar. — Dalaí está llorando, puedes ir a verla. — grito esperando a que toda el agua sucia se fuera por el caño, se quitó los guantes saliendo del baño dejando el trapeador y la escoba en el pasillo para ir a ver a su hija que seguía llorando con más fuerza.

Al llegar a la sala se encontró a su alfa desparramado en el sofá roncando y a su hija en el corral toda roja sosteniendo con fuerza su manta contra su cara.

— ¿Qué se suponía que cuidas?

Con su hija en brazos, meciéndola de un lado a otro, le dio una pequeña patada al alfa en su pierna para despertarlo.

Un di antes del primer cumpleaños de su hija, el moreno se había puesto a limpiar cada rincón de su pequeño departamento, ya que mañana harían una pequeña reunión con sus amigos y aunque sus padres estaban invitados, muy poco probable es que ellos los visiten. Además, que su alfa está de vacaciones y eso se supone que sería más fácil sus labores en la casa cuidando de su hija.

El alfa se despertó y se reincorporó viendo a su omega que se notaba lo enojado que estaba, Liam bajo la mirada con una pequeña sonrisa. — Perdón, me gano el sueño.

El moreno negó levemente, — Li, sé que estás cansado, pero ayúdame, la casa está hecha desastre. Mañana tenemos una fiesta, aún no he ido al súper por lo que voy a necesitar para hacer un pastel y Dalaí no ha dejado de llorar y tú...

El omega se sentía un poco mal por reclamarle a su alfa, pero en verdad necesita que lo ayude, aunque sea con manteniendo a su hija distraída y sin que esté pidiendo su atención cada momento.

— Yo, perdona amor.

El alfa se levantó y cargo a su hija marcándola con su aroma para que dejara su llanto y se escondió en su pecho tranquila. — Yo me encargo lo del súper, hazme una lista y me llevaré a Dalaí

Zayn asintió un poco y dejo un beso en la frente de su hija y uno en los labios de su esposo, camino a la cocina y de uno de los cajones saco una pequeña libreta y empezó hacer una lista de todo lo que necesita.

El alfa con una sonrisa y con un fular donde se encontraba su pequeña ya feliz por salir de su casa, el moreno sonrió viéndolos, se veían adorables, nadie le podría creer que ese alfa castaño era capaz de matar por mantener a su familia bien.

Le entregó la lista con una sonrisa, — Ahí está todo escrito y te recomiendo llevar un cambio de pañal por si las dudas.

Liam dejo un beso corto en sus gruesos y adorados labios del omega y con una sonrisa se dio la vuelta para ir por lo que tenía en la lista.

— En menos de una hora ya estaremos de regreso.

Sin nada más que decir, salieron dejando al omega solo y un poco más tranquilo para poder terminar de limpiar todo y dejarlo como nuevo.

Liam dejó a Dalaí en el asiento del carrito del súper con una sonrisa y empezó hacer la lista que tenía a su pasó haciendo reír a su hija. Tenía la mitad de la lista en el carrito, pero su hija empezó una vez más a llorar llamando la atención de todas las personas presentes. A paso rápido llevó a su hija hasta los baños, a los de omega, porque ahí estaba una mesa plegadiza para cambiar a los bebés y aunque siento algo de pena entrar ahí, pero en el de alfas no había lo que necesitaba. Liam no sabía qué era lo que necesitaba, no tenía el pañal sucio y tampoco tenía hambre, únicamente estaba llorando.

— A su pequeña ya le están saliendo sus dientes.

Una joven omega se acercó a él con una amable sonrisa, acarició la mejilla de la pequeña, intentando quitarle sus mejillas. El alfa volteó a verla confundido, él no sabía nada de eso, quizás para su próxima visita al pediatra le pregunté por ello.

— Le están saliendo los colmillos. — le señaló al alfa y este pudo ver lo que decía cuando su pequeña abrió la boca lloriqueando. — ¿Es aún pequeña, no?

— Mañana cumple un año.

— Puede masajear sus encías con su dedo, meñiques, comprar alguna pomada especial y bueno, también puede darle una paleta de hielo al morderla, alivia el dolor, pero aún ella es pequeña para ello.

— Gracias, creo que por ahora intentaré darle una paleta...

La omega sonrió y con un pequeño asentimiento salió del baño, Liam tomó a su hija en brazos saliendo del baño, — Así que ya tienes colmillos, pequeña. — la hizo reír, pero aún con sus mejillas mojadas por sus lágrimas.

Lo que hacía falta de la lista lo hizo lo más rápido posible para poder pagar todo e irse de ahí. Al salir acomodo a su hija en el fular comiendo una pequeña paleta de hielo, aunque hacía muecas por el frío, no dejaba de mordisquear un poco con las manos llenas de bolsas camino de regreso a su apartamento.

— Ya llegamos.

Zayn estaba terminando de acomodar la sala cuándo su esposo junto con su hija llegaron gritando.

— Ya sé por qué está llorando.

Volteo a ver a su alfa un poco confundido por lo que le decía y con una sonrisa le mostró a su hija que estaba sucia su camiseta llena de dulce de la paleta, pero con una gran sonrisa.

— En verdad Liam. — el omega negó levemente y dejó lo que estaba haciendo para ir a tomar a su hija.

— Le están saliendo sus colmillos

El moreno ladeó su cabeza y llevó su dedo índice a su boca, intentando ver sus dientes para confirmar lo que estaba diciendo su alfa y así fue. — Entonces tendré que ponerle un poco de pomada.

El alfa asintió viendo a su alrededor ya todo limpio y reluciente. — Necesitas un poco más de ayuda.

— Quieres ayudarme con el pan y acomodar la despensa.

El alfa asintió y eso fue lo que hicieron terminar de acomodar la cocina y a empezar a preparar el pan para el pastel de su hija, quien los veía desde su silla mientras mordía su cobija. En ocasión lloraba por sus colmillos, pero el alfa se encargó de ella siguiendo los pasos que esa omega le había recomendado y funciono, pero aun así irían a buscar una pomada para el dolor más tarde. Así pasaron parte de su tarde y la otra en la sala jugando con su pequeña mientas veían una película animada.

𝘍𝘢𝘮𝘪𝘭𝘺 𝘔𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘴 𝘞𝘦𝘦𝘬 𝘡𝘪𝘢𝘮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora