"Mi" profesor (Tododeku)

2.

Llegó la tarde y Shoto emprendió rumbo a la casa de Izuku, era grande, parecia que su familia tenia bastante dinero, aunque la zona era poco usual, no era un barrio peligroso pero dejaba mucho a esperar. Se sentía nervioso y ansioso por empezar sus clases, toca el timbre que parece hacer eco en toda la casa y se queda de pie quieto en el pórtico esperando a que el pecoso abra la puerta, debido a su demora iba a tocar de nuevo pero la puerta es abierta.

-Hola -saluda Izuku con una media sonrisa, tenía un semblante completamente diferente al que vio en los baños- viniste antes de lo que esperaba.

-Son las 3 en punto -responde extrañado inflando sus mejillas haciendo un puchero.

-Bueno... es que me das pinta de los que vienen tarde -el pecoso desvía la mirada algo avergonzado.

-Así que eres chistoso -agrega Shoto tratando de sacarle una sonrisa- ¿shorts y sweater? -bromea al ver su elección de vestuario.

-Pues tengo calor abajo y algo de frío arriba -el contrario alza una ceja burlón- eso... ¿sonó mal? -se sonroja avergonzado.

-No lo se, tu dime -responde Shoto, a su parecer, es bastante tierno, aunque hay algo que le hace fruncir el ceño, lo cual es el parche que lleva en la mejilla y el cuello de tortuga de su sweater ya que se podía ver marcas moradas de grande manos, sabe que son por parte del rubio, parpadea varias veces para concentrarse en otra cosa, y es cuando sus ojos pasan al cabello verdoso del más bajo, era como una esponjosa nube con ligeros rizos que le daban la impresión de que debían ser suaves al tacto.

-Emn... Shoto... ¿vas a pasar? -interrumpe sus pensamientos algo incómodo por tener la vista del más alto, clavada sobre él.

-S-si, entremos -traga en seco por la vergüenza de estar tanto tiempo mirándolo, mierda, es que ponía una expresión tan tierna que no podía evitar volver a mirarlo, sobre todo sus ojos, esos ojos color esmeralda que en ese momento, brillaban.

-Iremos a mi habitación a estudiar -agrega cerrando la puerta.

-Wow, apenas nos conocemos, al menos vamos a cenar primero -bromea Shoto soltando una risa, hasta que ve el rostro avergonzado de Izuku.

-N-no digas esas cosas, ¿sonó tan mal? Idiota -se defiende el pecoso cubriendo su avergonzado rostro- so-solo sígueme, es por aquí...

Aprieta su mochila sobre su hombro y camina detrás de Izuku para que lo guíe por la casa, era grande, demasiado a su parecer, de un color blanco impecable, con varias habitaciones y una espaciosa sala, pero también silenciosa, aquella casa estaba en silencio, suben las escaleras para ir a su habitación y por el pasillo, Shoto observa las fotos colgadas en la pared, podía reconocer a Izuku junto a una chica de cabellos rubios que se le hace vagamente familiar, la hermana menor, tan sólo es 2 años menos que ellos... lo había olvidado... si conoció a Izuku antes... en la ceremonia de nuevos alumnos. Sigue su camino hasta que un gato de color negro salta sobre él asustándolo.

-¡Nyako! -grita Izuku sorprendido por la confianza que se tomó el animal ante un completo desconocido- una disculpa, está emocionado por visitas...

-¿Es tu gato? No me molesta, me gustan los gatos, aunque mi odioso hermano tiene un perro -responde Shoto acariciando al felino el cual empieza a ronronear.

-No, es de mi hermana -dice abriendo la puerta de su habitación, enciende la luz y le indica donde puede dejar su mochila.

-¿Siempre estás solo a estas horas? -pregunta el semialbino sacando sus cuadernos tomando asiento en el pequeño sofá.

-Si, ya estoy acostumbrado -desvía la mirada incómodo por las preguntas, sin embargo decide seguir hablando- normalmente llego y me preparo algo de comer, hago mis deberes, juego con Nyako y luego me voy a dormir.