IV: Libra, pt. 3

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Gatos mágicos

Dedicado a abschu por su cumpleaños, ¡Espero que lo disfrutes!

"Esta es la bienvenida al extraño mundo.

Tengo mucha curiosidad.

No puedo quejarme,

'Así es la vida' siempre dicen.

Es muy extraño,

¿Por qué todo tiene que ser tan confuso?"

-GingaMingaYo; Billie

Tw- sigo siendo un asco en biología y anatomía

Dentro de la reunión en Menú de Dios, la importante idea de proveer seguridad y bienestar a los vecinos de Stayville realizaba una compleja entrega y percepción de lo sucedido en las últimas semanas.

En el mes de Diciembre y Enero, alrededor de seis chicos habían muerto: cinco de Stayville, y una que vivía en la costa. Los culpables oscilaban entre distintas personas, pero todos cayendo en las mismas personas: Bang Chan, Lee MinHo y Kim SeungMin.

Para cuando la alcaldesa Rhoi entró a Menú de Dios, divisó la gran cantidad de vecinos de las distintas juntas vecinales presentes, mirando a la autoridad con ojos alentadores y de furia, y posturas defensivas.

Arreglando su uniforme policial, Rhoi carraspeó. —Buenas tardes.

La vieja señora Lee, mamá de SangYeon, quien era presidenta de la junta vecinal del barrio Cóndor, tomó el agua gasificada que venía junto a su café y se lo lanzó a la cara. —¡Sucia perra bastarda!

—¡¿Quién te crees que eres para hacer una reunión ahora?! —exclamó el presidente de la junta vecinal del barrio nutria.

—¡Seis chicos muertos y ningún culpable! —gritó el ferretero.

—Señora Rhoi —llamó otra mujer: la dueña de un local de pasteles que estaba ahí por mero gusto y decisión—. Sé que, para todo lo que usted hace, somos poca cosa. Pero le aseguro que en ninguna parte de Corea encontrará a seis chicos muertos en menos de un mes.

—¡Apenas mi SangYeon tuvo un funeral digno! —volvió a exclamar la señora Lee, con el corazón roto—. ¡No he visto su cadáver! ¡Y los padres de JaeHyun están destrozados porque su hijo no tiene un lugar en el cementerio de Stayville!

En un rincón de Menú de Dios, el Gran Hwang observaba con gustó cómo es que los vecinos de Stayville se comían viva a Rhoi con sus quejas, exigencias y reclamos. La mujer, por su parte, solamente se secó su rostro con sus manos mientras que, con una increíble paciencia, se encaminó hacia la barra del restaurante.

—Buenos días —saludó Kang YiSu, nerviosa desde el otro lado del mostrador—. ¿Quiere algo para beber?

—¿No hay colación para almuerzo? —preguntó Rhoi bajo los gritos de los vecinos.

—Nos estamos desabasteciendo —contó—. Apenas tuvimos para el menú del desayuno.

«Mierda —pensó Rhoi con rencor. Sus propios pensamientos eran opacados por los gritos de indignación que Stayville exclamaba, alterándola de a poco—. Estoy entre la espada y la pared.»

Porque, más allá de ser alcaldesa de un pueblo metido en el medio de la nada, Rhoi seguía siendo el comandante del Servicios Militares Extraordinarios de Corea del Sur. Su posición de política y transparencia siempre había estado corrupta con el fin del bienestar de la ciudadanía.

Menú de Dios [#2]; Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora