La mansión

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4 de julio 1904

Era una noche fría y desolada. Nadie había por las calles de ese pequeño pero tenebroso pueblo, todas sus casas estaban en ruinas, todas menos una. La mansión Nurier, en ella vivía un joven solitario con su violín.

Hace 10 años ese pequeño pueblo era muy bonito, se podría decir precioso. Pero el 4 de julio de 1894 cayó una bomba, nadie sobrevivió. Pero Jason sigue allí en la mansión de su familia esperando que todo hubiese sido un sueño, un espantoso sueño. El sabía en el fondo que lo que le pasó a su pueblo era real, pero se forzaba a creer que no lo era.

El no sobrevivió , nadie lo hizo . Pero porque seguía allí , eso es lo que se preguntaba a sí mismo a cada minuto .

4 de julio 1894

Jason había escuchado por su pequeña radio que había un virus en su pueblo , uno que se expandía con gran velocidad. Justo en el momento en el que lo escucho, echó a correr escaleras arriba deseando decírselo a su madre, la cual estaba limpiando el suelo.

Su madre Pandora era una mujer fuerte y luchadora, Jason admiraba a su madre.

Justo en el momento en el que le iba a decir a su querida madre lo que acababa de escuchar por su pequeña radio, llega su padre. El se adelanta a Jason y le cuenta lo del virus, según él se lo habían dicho en la tienda del pueblo.

Su padre era un hombre estricto y nada amistoso, apenas había intercambiado más de tres frases con su hijo. Jason ya no recordaba la última vez que su padre le había dado un abrazo.

Sus padres trabajaban en realizar autopsias y diseccionar cadáveres en el sótano de la mansión.

A Jason no le gustaba nada bajar al sótano ya que había muchos órganos en botes conservados y casi siempre solía haber un cadáver.

El padre le dijo a Jason que cerrara todas las ventanas y puertas de la casa por si alguna persona infectada iba a la casa.

10 minutos más tarde había cerrado casi todas las puertas y ventanas de la mansión, sólo quedaba la rendija del sótano. Empezó a bajar escaleras con mucho pavor a lo que se pudiera encontrar.

El sótano era un lugar frío y siniestro, cuando entrabas tenías la sensación de no poder volver a salir, como si aquel lugar te encerrara para que no escaparás. Solo había una ventana pequeña, pero tenía que cerrarla ya que no quería discutir con su padre por tercera vez en el día.

Cuando ya llevaba dos escalones bajados sintió un escalofrío, de repente se fue la luz del lugar, Jason se asustó, pero recordó que su madre le había comentado que la luz del sótano no iba muy bien. Así que no le dio mucha importancia, cogió la linterna que siempre estaba al lado de la puerta.

Bajo otros dos escalones, y apuntó con la linterna a la camilla donde debería de haber un señor que le habían traído está mañana a sus padres. Pero no estaba, el pánico volvió a circular por el cuerpo de Jason.

Al llegar al último escalón, miró a la izquierda, vio medio cerebro repleto de sangre. Cuando miro a su derecha, se paralizó, no podía moverse le era imposible, se encontró con un hombre alto, sin pelo, con la cara llena de arrugas, de unos 90 años, era espantoso. El señor estaba de pie con un camisón de hospital, de repente y sin previo aviso aquel señor se abalanzó sobre Jason y le mordió el cuello.

Jason comprendió que aquel espantoso señor era un vampiro, puesto ¿Qué otro monstruo le mordería?

Al día siguiente Jason se despertó, pero lo que encontró al despertarse no le gustó nada. Se encontró al vampiro muerto en el suelo, con el violín de Jason el cual le regaló su abuelo. El se asustó tanto que salió corriendo escaleras para arriba y cerró rápidamente la puerta con llave.

5 de julio 1894

Jason escuchó por su pequeña radio que habían bombardeado su pequeño pueblo para que el virus no se siguiera expandiendo por el mundo. En ese momento fue en el que su vida se derrumbó.

4 de julio de 1904

Habían pasado 10 años y todo seguía igual, no podía salir de su casa, no había nadie, las calles seguían vacías, él seguía sin bajar al sótano. Todo igual durante 10 años.

LA MANSIÓN NURIERWhere stories live. Discover now