Taller Para El Alma I: Adolescencia

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Pero un día tuvo un encuentro con alguien del cual le hablaban en el transcurso de su vida, en su niñez y en su adolescencia y por mucho tiempo, hasta que, cansado, de todo aquello por fin, la misericordia de aquel hombre de quien le habían hablado de Jesucristo de Nazaret quien rompió sus cadenas que lo permanecían atado al pasado que lo había encadenado al odio, al resentimiento y la desesperanza, que con la magia de dos palabras logro romper, esa cárcel, tumbando sus muros y rompiendo las cadenas que lo ataban.

Como dice en 3 Juan 1:2 "Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma".

Todo esto lo entendí, cuando me dijo yo te amo, ve y no peques más.

Predicándome por medio de su ejemplo que dejo plasmado en la palabra. Que relataba la creación y la historia de la humanidad, del pueblo que él había escogido, adán y Eva, para que formaran una familia y que fue a través del pecado y de la desobediencia, que el hombre se alejó de él.

Por eso es necesario leer desde génesis hasta apocalipsis, para poder comprender que él nos creó para hacer felices y que fue por causa de dos grandes rebeliones y desobediencias.

La primera en el cielo desde lucifer su ángel de luz que se revelo, contra él y gesto en la tierra la semilla del engaño, que dio como fruto la desobediencia del hombre, través de su mujer al ser engañada por satanás, y que esta a su vez, ínsito al hombre como cabeza a desobedecer y que este por ser cabeza tenía la obligación de no haber aceptado, puesto que él era el encargado, en que Dios deposito su confianza y aun con todo esto el creador tuvo misericordia y perdono a la humanidad.