Parte única.

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Park Jimin era considerado uno de los solteros más codiciados del país, tenía un aura especial, cierto carisma que lograba atraer a cientos de personas. No se trataba solamente de su físico, que era espectacular, sino que también de su personalidad, era fuerte, amable y empático, aparte de contar con una sensibilidad que ciertos hombres consideraban una debilidad, algo únicamente hecho para las mujeres. Jimin no creía en esas tonterías, no le temía a nada, menos a mostrarse vulnerable, la vulnerabilidad no era debilidad, a sus ojos era una fortaleza enorme.

Salir tantas veces en la televisión, tener que posar para una cámara sin demostrar incomodidad en ningún momento y ser perseguido por personas obsesionadas con su belleza era parte de una rutina agotadora. Estaba tan cansado de todo ello que fue obligado a sacar una idea tonta para acabar con todos sus problemas, o por lo menos eso era lo que esperaba. En su momento pensó que era la mejor cosa que se le pudo haber ocurrido, la idea llegó una mañana donde se enfocó en el techo por lo que fueron unos largos minutos, estaba contando las manchas de humedad. Le parecía increíble que su casa le costase tanto dinero y aún así tuviera defectos que podría tener una casa un poco más barata.

La idea entonces le azotó como una ráfaga de viento en la cara, fue inesperada y algo refrescante. Como se la pasaba todo el tiempo quejándose de querer una pareja, anunciaría en sus redes sociales que buscaría una relación seria, después de ello estaba más que seguro de que perdería por lo menos la mitad del apoyo que recibía en ese momento. Las personas tenían una rara obsesión con querer verlo soltero para poder imaginar una vida a su lado. La idea le provocaba escalofríos, nunca pudo entender por qué algunos fanáticos desarrollaban tantos problemas que difícilmente podrían curarse con el tiempo, eran problemas que necesitaban terapia, los celos en exceso y la obsesión no eran normales.

Su plan era simple, el ganador ni siquiera tendría que tratar directamente con él, sencillamente tendría que quitarle el collar del cuello a su gato. Podía parecer una locura, una de las cosas más extrañas que pudieron oírse, pero era perfecto en su cabeza. Jimin ni siquiera tenía un gato, no por lo menos uno que pudiera verse alrededor de casa. El truco estaba en que él ya era un gato, para ser precisos, un híbrido.

Comúnmente se transformaba en gato cuando estaba solo en casa, era más cómodo para dormir, le gustaba enrollarse con su larga cola amarilla, masajeaba con sus patas la almohada y descansaba sin problemas por el resto de la noche. El volverse gato era lo único que le brindaba un poco de libertad, podía salir a su jardín sin que un paparazzi estuviese pendiente de tomarle una fotografía en una pose graciosa, sin maquillaje y con ropa para dormir. Se sentía como dentro de un reality show asqueroso donde lo único que se esperaba era su fracaso, aparte de que se inventaban un montón de rumores absurdos hasta porque saludaba al chófer de un taxi.

Sabía que si alguien se ganaba la confianza de su supuesto gato, ese alguien valdría la pena. No le quedaban dudas de que había personas lo suficientemente locas como para perseguirle en su forma de gato buscando arrebatarle el collar, pero no sé acercaría a aquellos peligrosos que intentasen atacarle, no muchos tenían la paciencia para tratar con un gato, mucho menos uno como él que buscaba sacar de sus casillas a todos aquellos que se le cruzaran en el camino.

Publicó el anuncio en sus redes sociales, lanzando semejante bomba como si nada. Fue un mensaje amigable, algo simple para un comunicado tan extraño.

“Buenos días, hoy me he despertado como siempre, sintiéndome más solo que nunca a pesar de tener un lindo y tierno gato que parece más interesado en mi dinero que en mi afecto. Así que se me ocurrió una idea brillante, ¿Por qué no encontrar pareja a través de mi propio gato? Es perfecto en muchos sentidos. Sólo tienen que hacer una cosa, una pequeña cosa sin importancia. El que pueda quitarle el collar a mi gato sin ningún tipo de truco, fuerza bruta o comportamiento malicioso, será el dueño de este corazón. Ya saben dónde vivo, me acosan a diario ¿No es así? Entonces pueden venir a buscar a mi bonito "Minnie" por los alrededores, ganarse su confianza y quitarle el collar que lo hace tan guapo entre todos los gatos. Suerte a todo el mundo, estoy seguro de que quien gane será perfecto para mí”.

KOCI ネコ KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora