Capitulo III

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| Tercera Entrada |

Tenía miedo...

El terror estaba inundando la montaña, su hogar por muchos años, aquellas bestias habían salido de la nada, criaturas grises, hostiles, sin ojos y con garras enormes, destrozando los cuerpos de sus seres queridos, de su familia, haciendo un sonido grotesco mientras rompían la carne con cada mordida.

Cada uno de los suyos pereció ese día. Vio sin esperanza como una de aquellas bestias se dirigió hacia ella, así que con mucho dolor, estiró sus alas, no podía volar debido a su ala rota, pero tenía que escapar antes de que más de esas... cosas, la vieran, tenía poco tiempo. Sin esperar un segundo más, y aceptando su destino, se dejó caer al abismo.

| Tercer Capítulo | El Sr. De la Luz.

Harry caminó de forma apresurada hacia la sala del Wizengamont, se había informado más temprano sobre una reunión de emergencia que el jefe brujo había solicitado. En ese momento, Harry estaba apresurado porque como era común, se había levantado tarde. El día anterior había mantenido una disputa con su jefe sobre su escritorio en la oficina de los inefables. La pregunta permanente en sus mentes, era si este nuevo departamento era permanente, o si sería tratado como un proyecto nuevo. No habían llegado a una solución factible pero Harry había podido mantener su escritorio. Eso era algo con lo cual podía..y quería vivir, aunque no había podido dormir mucho, cuando la lechuza del ministerio había llegado a él, sin entender el cómo y lo había despertado a base de picotazos.

Ahora iba 15 minutos tarde y lo detestaba.

—Harry, muchacho, es un placer verte de nuevo—. Escuchó detrás de él, con un suspiro se dio media vuelta. Si el jefe brujo estaba ahí, significaba que la reunión no había empezado, o, en el peor de los casos, ya había terminado.

—Director Dumbledore, pensé que estaría en el atrio—. Dijo con cortesía.

—La reunión se pasó para la siguiente hora, al parecer varios miembros estaban llegando tarde—. Harry sintió que regresaba a ser un alumno de nuevo, esperando impaciente el regaño o castigo que un profesor, o el director, estaba por darle. —Me alegra verte, ¿Te parece si vamos a tomar un poco de té, en lo que esperamos?

A pesar de la pregunta implícita, el chico lo vio por lo que era, un mandato, el director era una figura política prominente, él apenas empezaba con su carrera política entonces si lo rechazaba en público, podría ser contraproducente. Además el asiento Potter se había mantenido históricamente en el lado de la luz, sin embargo, los primeros votos de Harry habían sido un poco acordes a decisiones neutrales y una de ellas había sido para apoyar a las criaturas oscuras. Ambos caminaron hacia el restaurante del ministerio, donde podrían esperar sin mucho problema.

—Había escuchado que solicitaste entrar en el ministerio, después de salir de Hogwarts—. Comenzó Dumbledore —Pero ya no vi tu puesto o papeleo dentro.

—Al final decidí enfocarme en las cuentas de la familia Potter. Después de todo, James Potter hizo un poco de mella en la pequeña fortuna que había acumulado mi abuelo.

Dumbledore se rió bajo. —James nunca se preocupó mucho por el dinero de la familia, aunque no veo a James como un derrochador.

—El sueldo de James como Auror no era muy alto antes de que lo ascendieran. Además de algunas donaciones que no le trajeron beneficios.

—¿Donaciones?—. Preguntó con curiosidad el hombre.

—Definitivamente no creo que sea alguna inversión, si no veo ninguna retribución a cambio. Aunque aún no encuentro información de esta...asociación, así que desconozco su naturaleza...Aunque...¿no creo que hablar de la mala administración del anterior jefe de familia sea la razón por la que estamos tomando el té?

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