Mingi optó por llamar a WooYoung para que se reuniera con ello y al menos ayudará en algo, a pesar de como termino en aquel día, recuerda a la perfección como el y San tenían una buena conectividad disfrutando de la compañía del otro, solo que terminó poniéndole la condición de no decirle nada a Kang ya que no se le hacía prudente tenerle ahí cuando Yunho mostraba interés en el menor de los Choi.
—Las heridas de San fueron curadas y se le puso un suero por deshidratación y por todo lo que a tenido en su organismo— comentó Yunho una vez que el empresario había llegado al lugar, preguntando de inmediato por el estado del chico.
El menor que había estado rogando que le llevaran con su hermano terminó durmiendo en los brazos de Wooyoung y eso no favorecía en nada cuando lo que querían era localizar a Jongho quien al parecer el tiempo era su factor para poder estar bien.
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Su padre les había dejado en claro que iba a volver alrededor de las 18:00 horas y en cuanto llegará les quería listos ya que era el día acordado de encontrarse con su jefe para obtener más mercancía, la droga, que traficaba entre las calles de su colonia. La ansiedad aumentaba al ver como el paso de los minutos parecían estar más cerca de la hora acordada y eso no ayudaba en nada al saber que su padre siempre suele ser puntual.
Cuando la puerta fue abierta solo rezaba por que fuera San y no alguien como su padre, una salvación por lo menos, pero notó que había un tipo con bastante corpulencia que parecía ser tres veces el. Obviamente se hizo peque{o en su lugar pues su vestuario tampoco ayudaba cuando estaba todo de negro con una barba cerrada por completo cubriendo sus mejillas, una expresión que solo hacía que quisieras escapar y cuando sintió que avanzaba en su dirección solo pudo retroceder unos cuantos. Era uno de los matones del jefe de su padre. Oh no.
—Tu padre ya se encuentra allá, solo nos mando por su hijo— dijo aquel hombre mientras de tomaba de su brazo sin nada de sutileza.
Jongho no sabía como explicar su sentir en esos momentos, la manera en la que iba vestido era muy expuesta a su parecer, se avergonzaba, y de tan solo pensar en que tanta cosa haría solo le hacía sentir asqueado, pero su preocupación era más al no saber de su hermano. ¿Estaba con su papá? ¿Su papá estaría bien? No lo sabía, pero solo podía esperar a que su destino se hiciera presente, mientras tanto agradecía en parte a que su padre no se presentará en su casa, ya que si no se encontraba San en casa y se daba cuenta... no quería ni imaginar que tanto le haría su padre, algo era claro que los golpes no iban a faltar.
El camino fue en silencio mientras llegaban a la residencia del famoso "Black Mamba", salió de sus pensamientos cuando el auto se detuvo anunciando su llegada. Al bajar lo primero que vio fue a su padre quien frunció su ceño al notar que solo iba el en el auto, después miró al jefe y una arcada quiso presentarse primero... no le gustaba para nada el como ese tipo le miraba.
—¿Y San?— cuestionó su padre cuando paso por su lado, susurrando para que los otros presentes no se dieran cuenta.
—San... n-no había llega-ado a casa, pen-pensé que estaba aquí-í.
—¡Siempre andas pensando, imbécil!— susurró, pero el tono que usaba sabía que era más de un regaño que nada y esa sonrisa que demostró no le gustó para nada, más bien daba miedo —Tanto defiendes a tu hermanito y cuando le necesitas te abandona... ni modo, espero así ganes un poco de odio a su persona porque te toca pagar lo que a el le tocaba.
La verdad a Jongho no le importaba, siempre que podía salvar a su hermano de que no estaba en situaciones tan desagradables como aquella le alegraba el alma y se mantenía tranquilo, su hermano no merecía pasar por eso, mucho menos el, pero era lo que había. Nunca iba a odiarle.
Mientras su padre se perdía entre los pasillos para ir a vigilar que la mercancía que le dieran fuera de la mejor y que la paga con sus hijos al menos valga la pena, Jongho se iba a una de las habitación del enorme lugar para pasarse la tarde con aquel tipo que tanto odiaba y, si pusiera, lo mataría con sus propias manos, pero su mala suerte siempre estaba a su lado ya que el viejo solía estar acompañado por alguien en todo momento y sin importar que estaba en una situación tan intima.
—Te ves precioso... me encantas.
Siempre pensó que su vida fue una historia escrita, que ya sabía que es lo que iba a seguir y harían de su vida, como si estuviese viviendo algo que otra persona no había vivido. Solo quería que tarde o temprano eso acabará y al fin pudiera tener un poco de felicidad, por lo mientras no tenía de otra que pagar los costos que debía el estúpido de su papá. Aunque solo tenía el nombre porque le dio la vida, igual que su madre, pero en verdad no merecían ser padres.
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Yunho caminaba de un lado a otro, el oficial ya había llegado y San le había dado unos cuantos datos para que fueran a buscar a Jongho es su casa esperando que su padre aún no llegará a su casa ya que aún faltaban 15 minutos exactos para la hora acordada y el alto se seguía quejando cuando el no podía hacer nada más que esperar.
Daban justos las 18:30 cuando se percataron que no había nadie en la casa de los Choi y San solo se rompió a llorar pidiendo perdón en nombre de su hermano por no haber estado en su casa cuando su padre haya llegado, porque sabía como era el anciano. Con ayuda del comandante fueron a la casa donde podrían localizar a "Black Mamba", todos estaban consientes de que sería una operación peligrosa ya que se trataba de uno de los narcotraficantes más buscados de todo el lugar.
Una vida o más no iban a salir del lugar.
Ante los ojos de Yunho todo paso tan rápido, tiempo no había, bajaron del auto con prisa y con cuidado de no hacer mucho ruido, apenas cruzaron el patio de la residencia cuando los disparos se hicieron presentes en el lugar y se veía como iban cayendo uno por uno, corrían y se adentraban al lugar gritando el nombre del Choi menor, una y otra habitación era cateada por los policías permitiéndole la entrada a el alto ya que se había negado a quedarse quieto.
Gritos se escuchaban y fue entonces a que llegaron a una habitación en donde la puerta ya se encontraba abierta, primero entraron dos policías para verificar que la habitación estuviera libre y avisaran que se podía entrar ya que Yunho era quien quería ver todo con sus propios ojos para encontrar a Jongho, quien ya consideraba el amor de su vida, como alguna vez lo pensó con Jeongin.
Pero el grito que esperaban fue todo lo contrarió.
—¡Ay un chico inconsciente!
Y Yunho sintió que perdía la vida, por segunda vez.
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Sobredosis [2ho] •Editando•
Fanfiction⠀ ⠀ ㅤ ≠ "A menudo, encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlos". ⠀ ⠀ ㅤ⠀ ㅤㅤ Yunho no quería perder a nadie más. Mucho menos a Jongho.