Trueno y Fuego

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Jimin vio al dios frente a él y sintió que sus sueños se hacían realidad, era el ser más hermoso que había visto. Sin embargo, al verlo con aquella cara de asco se sintió incómodo, más al escuchar decirle asqueroso, eso no podía permitirlo el ser más hermoso sobre la faz de la tierra.

— ¿Asqueroso?  Asqueroso tu gusto, yo soy eternamente bello bello, así que no me veas así. 

Jimin se acercó al dios y sonrió, este se alejó un paso pues no sabía el porqué le intimidaba la presencia de aquel humano. Jimin tocó la vestimenta del dios quien solo tragó en seco, de pronto recordó esa voz.  "¡Hey Dios! Sabes que soy un poco loco, pero te pido que pueda conocer a Takemikazuchi y que se enamore de mi. Ah también te pido por el tonto de Hobi para que encuentre un demonio que lo haga dejar el celibato." 

— Mira humano, con cara de un dulce Mochi... Ahorita debo solucionar un problema, pero hablaremos luego. 

—  ¡Alto allí! 

Takemikazuchi saltó con rayos que se distribuían por todo su cuerpo, pero no se fijo que Jimin se había aferrado a su cuerpo. Cuando cayó con una potencia destructora rompiendo el techo, vio a Taehyung con su abanico muy tranquilo, con sus dos Yokai sirviéndole. 

— Como siempre grosero y estúpido, Jungkook.

—  Taehyung, veo que estás muy cómodo, pero necesito ver a la verdadera dueña de este templo... ¡Ahora! — Taehyung sonrió cínicamente y negó con la cabeza, Jungkook cerró los ojos y no lograba percibir la presencia de la diosa, pero sabía que el demonio Okami podía disfrazar la presencia de la diosa. 

—  No sé de qué hablas, además mi ama tiene cien años sin aparecerse por estos lugares... —  Un trueno atacó a Taehyung rompiendo su copa. —  ¡Deja la mierda, hijo de...! —  se detuvo al ver le llavero del dios del trueno, frunció el ceño y sonrió. — ¿Ahora cargas a tus putos para un rapidín en el cielo?

Jungkook lo vio sin comprender sus palabras, pero al ver hacia donde señalaba se sorprendió al ver al lindo humano que lo  ponía nervioso.  Intentó que lo soltara, sin embargo Jimin no iba a alejarse de lo que había soñado desde que era un niño. Recordó como en su primer visita al templo con solo nueve años vio al dios y su padre le dijo que él podía detener a Namazu de provocar tantos terremotos o tsunamis. Jimin odiaba que la tierra temblara, pues le recordaba como su hermanito había muerto sepultado en los escombros. 

Así que a los nueve años prometió que se casaría con el dios del trueno y la espada, Takemikazuchi. Jimin tenía fijado su objetivo y ahora que Dios había escuchado su plegaria no la dejaría irse. — ¡Humano suéltame!

— Jamás, dije que me casaría contigo y aunque tenga que pegarme a ti, no te dejaré.

—  ¿Qué demonios? —  preguntó Jungkook, pero al instante Taehyung empezó a reírse de él, Jimin se aferraba a Jungkook sin querer alejarse. —  Mira mocoso, soy un dios no un humano como tú...

—  Acepto tus defectos si tú aceptas los míos, cuando yo quiero algo lo consigo... — El ojo izquierdo del dios del trueno empezó a parpadear sin comprender la osadía de aquel humano al ver su divinidad como un defecto. Pero su sonrisa sincera lo hacía sentir un cosquilleo extraño. 

—  No... Solo tú tienes defectos... soy perfecto. — dijo un tanto nervioso.

Jimin lo vio con las mejillas sonrojadas pues podía sentir algo que en el dios era perfecto. Jungkook al ver a donde veía el humano, lo empujó y Jimin cayó encima de Taehyung quien se levantó alejándolo de su cuerpo. —  Si que eres perfecto, ahora que te he conocido no te dejaré. 

—  Boberías... Y tú demonio desgraciado, muéstrame a tu ama. 

— La diosa de la tierra no está... — decía Taehyung hasta que la voz de Hoseok lo interrumpió.

¡Hey Dios!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora