Son simples recuerdos, los cuales se los lleva el viento como si no significarán nada.
Es cortita ya que es mi primera historia así que puede que no sea tan buena :)
—¿Si?—Dijo chifuyu llorando mientras sostenía el cuerpo de Baji.
—Mataría por un poco de yakisoba Peyoung.
—Iré a comprar enseguida.—Respondió chifuyu sorprendido.
—Lo vamos a compartir,¿no?
Chifuyu al no responder, Baji le da una sonrisa.
—Gracias... Chifuyu.
Sin aguantar más, Chifuyu abrazo el cuerpo de Baji, este ya sin pulso y frío.
—¡Baji-San!—Grito Chifuyu, recordando los momentos que pasó junto a su amigo, los cuales simplemente se los lleva el viento como si nunca hubieran significado algo.
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—¡Vamos Chifuyu! ¡Golpeame!—Baji tomo a Chifuyu de las manos y lo levanto para que lo golpee. Quería ver que tal peleaba Chifuyu, o vivirlo.
—¡Baji-San! Ya te dije que no quiero. Obviamente soy mucho más fuerte que tu, y no quiero hacerte daño.—Dijo Chifuyu enarcando una ceja, tratando de reprimir una risa, lo cual no le funciono del todo.
—Eso lo veremos ahora-Baji de un tirón dejo a Chifuyu recostado en el piso, debajo de él.
—Claramente me deje ganar, no te quería dejar en vergüenza.
—Si claro, como tu digas—inmediatamente después de eso empesaron a reír a carcajada limpia, estuvieron un momento así hasta que la risa de Baji cesó, pero la de Chifuyu no.
Baji estuvo mirando por un momento a Chifuyu hasta que este se dio cuenta.
—¿Que pasa? ¿Sucedió algo?—en ese instante Baji beso a Chifuyu, colocando sus codos a los lados de la cabeza de él de abajo.
El beso fue corto, apenas duró unos 5 segundos, con suerte. Baji se detuvo por miedo a la reacción de Chifuyu, a que simplemente le haya asqueado o algo por el estilo.
—Chifuyu... Y-yo—dijo rascando su nuca.
Chifuyu sin pensarlo dos veces le devolvió el beso, al cual Baji le respondió inmediatamente. Chifuyu logró cambiar de posiciones, ahora este quedando arriba. El beso no fue muy intenso, más bien se logró expresar muchas cosas, tales como el amor que había tenido guardar por mucho tiempo, o simple necesidad.
—Baji-San, tu... me gustas—nervioso, empeso a reír.
—Tu también me gustas.
—¿De verdad?
—De verdad.
Chifuyu sintió como si tuviera un peso menos, aliviado.—No sabes por cuánto tiempo espere este momento.
—Pues me alegra saberlo.
Estuvieron así toda la tarde, Chifuyu abrazando a Baji en el suelo, hablando de como habían comenzado a tener sentimientos por el otro.
